Es decir un sentimiento que es tan antiguo como el hombre, sentir su tierra.
Aquí naces, aquí creces, aquí aprendes, aquí mueres. Aquí te aman, aquí lo comprendes, aquí tú eres el que quiere. Aquí te ríes, aquí lloras, aquí entiendes.
Y te vas, porque no puedes…. porque quieres irte… porque la vida es así…, y luego, antes o después, te conforma buenamente.
Tienes tus cosas aquí, y aquí quiere estar y, si no estás, aquí vienes.
Pero además un día, como tantos otros, te sientes ecijano. Y quieres saberlo hasta lo hondo, y que te sepan, porque saberlo es saberte.
Sentirse ecijano, con un sentimiento que, cuando aminan las tormentas de la suerte, comprendes, porque comprendes, que te llena, que es tan antiguo como tu gente.
Al fin y al cabo, somos todos hermanos; aquella que pasa, aquel fulano, tienen en el tuétano tu sangre… ¡pregúntale por mengana, la de zutanito, a quien parió una prima de tu abuela, que vivía en el altozano!.
Y así las cosas, bien vale la pena que, por un día que es tan poco, salgamos todos a la calle, para que amainen las tormentas que nosotros mismos levantamos, para sentiros eso… ecijanos.
Como querer es poder, vamos a olvidarnos por un día, que es tan poco, de todo lo que nos separa. Con la conciencia de que este sentimiento tan bueno lo tenemos, lo debemos cuidar, porque es lo que dejamos a los que no siguen, que también son ecijanos…
A TODA LA GENTE DE MI QUERIDA ÉCIJA, PERO DE VERDAD, LE DIGO: ¡OS ESPERAMOS!