La Guardia Civil ha dado por desarticulada una organización que introducía hachís en las costas de Andalucía, usando para ello embarcaciones de alta velocidad y recreativas. La investigación ha determinado que algunas de estas embarcaciones se ocultaban en Écija y La Luisiana, entre otros puntos de Córdoba, Málaga, Jaén, Barcelona y Portugal.
La operación, a la que se ha denominado Rey Sol, ha permitido la detención de 27 personas y se han incautado 9 embarcaciones: 8 de alta velocidad y 1 recreativa. También se han bloqueado 21 vehículos utilizados en la actividad delictiva, entre los que se encuentran 5 cabezas tractoras, 10 remolques, 1 camión grúa, 2 furgonetas, 1 todo terreno y 2 turismo.
Según detalla la Guardia Civil, la operación se inició en enero de 2021, cuando se localiza una embarcación de alta velocidad oculta en una nave industrial en la localidad de La Luisiana (Sevilla).
Durante la investigación los agentes tuvieron conocimiento que la organización disponía de diferentes lugares para ocultar y preparar las embarcaciones de alta velocidad que usaban para ir a Marruecos a por el hachís que transportaban hasta las costas andaluzas.
Entre estos lugares se encuentran Écija y La Luisiana (Sevilla), Aldea Quinta (Córdoba), Colmenar (Málaga) y Villacarrillo (Jaén), además en Molins de Rey (Barcelona) y Portugal.
Potentes embarcaciones
Las embarcaciones se ocultaban y preparaban en guarderías en poblaciones de interior.
Las EAV (Embarcaciones de Alta Velocidad) que poseía la organización eran fabricadas en el extranjero y transportadas en camiones, tenían normalmente unos doce metros de eslora y tres grandes motores, por lo que permite que transporten una gran carga y alcancen mucha velocidad.
Camiones para el transporte
Fruto del trabajo, los investigadores averiguaron que las EAV eran transportadas hasta las guarderías y de éstas al mar por tres empresas de transportes propiedad de uno de los detenidos, que tenía una importante flota de camiones utilizados prácticamente de forma exclusiva para esta finalidad.
Tras un año de investigación y cuando se conocieron los entresijos de la organización, los agentes solicitaron varias entradas y registros en las localidades de Aldea Quintana y la Carlota en Córdoba y Colmenar y Almayate en Málaga.