La acusación particular pide este miércoles, cuatro años de cárcel para el comerciante de Écija que presuntamente grababa a sus empleadas y clientas en el baño a través de una cámara en el extractor de humos conectada con su mesa de despacho.
El empresario está acusado de haber instalado, durante el año 2002, en el aseo de su establecimiento una microcámara «orientada claramente hacia el inodoro», con un cableado disimulado en el interior de una tubería de aluminio que conducía hasta el ordenador de su mesa de despacho.
Las grabaciones así conseguidas eran guardadas por el acusado en un CD que conservaba para su uso personal, según la acusación.
Su única intención era «filmar sin su consentimiento ni conocimiento a las mujeres que utilizaban dicho aseo haciendo sus necesidades fisiológicas, ya fueran clientas del propio negocio o trabajadoras», sostiene la acusación.
Las acusaciones consideran que mediante la utilización de este artificio técnico «el acusado vulneró la intimidad de numerosas mujeres», entre ellas las dos que han ejercido la acusación, que «se reconocen sin ningún género de dudas en una de las grabaciones que aparecen en los CD intervenidos».
En el juicio que celebrará el miércoles un juzgado penal de Sevilla, el empresario será imputado de un delito contra la intimidad, por el que la Fiscalía solicita tres años de cárcel y las acusaciones particulares cuatro y tres años y medio de prisión, junto al pago de una multa de 7.200 euros y una indemnización de 4.000 euros por los daños morales.