El grupo de viviendas de la barriada de San Francisco de Écija, conocida popularmente como «Casitas de Pinichi», se construyó en la primera mitad de los años sesenta del pasado siglo. Desde hace algún tiempo, la mayoría de estas viviendas están sufriendo o han sufrido problemas con la red de saneamiento.
Un grupo de vecinos de este barrio presentaba el pasado mes de septiembre un escrito pidiendo una reunión con los portavoces de todos los grupos políticos con representación en la Corporación Municipal.
En este escrito exponen que la antigüedad de las tuberías está provocado roturas y fugas, algo que los deja sin suministro de agua hasta que se acomete el arreglo, el cual, por otra parte, supone adaptar la red a la normativa y conlleva un coste al que muchos de los vecinos no pueden hacer frente.
Estas viviendas cuentan con el contador del agua en el interior, concretamente en el cuarto de baño. Cuando se produce una avería tienen que sacar el contador al exterior, y este coste están dispuestos a asumirlo «eso corre a cargo del vecino, pero lo que es la tubería de la calle, la gavia y que todo lo tenga que pagar los vecinos, eso no lo entiendo», señala Teodoro Cortes, uno de los vecinos afectados.
Las instalación de una nuevo tubería supone «un coste de más de mil euros», según señala el escrito, donde mencionan que ha sido la empresa Aqua Campiña la que hace estas estimación.
Tuberías de fibrocemento
Por otro lado, los vecinos creen que las tuberías que conforman la red de saneamiento son de fibrocemento, y temen que el deterioro de la misma pueda afectar a su salud «la tubería es de uralita, y eso tengo entendido que está totalmente prohibido por ley», apunta Cortes y lo recoge el escrito «aparte del daño que estas tuberías causan a la salud».
Ambos motivos han llevado a estos vecinos a solicitar una reunión con los portavoces de todos los grupos políticos representados en el Ayuntamiento de Écija.