El Écija Balompié se vuelve con un punto en su casillero de la que ha sido la primera visita oficial al estadio San Rafael de la localidad gaditana de Los Barrios. El conjunto que entrena Juan Ramón mereció más, en un partido en el que tanto un equipo como el otro hicieron méritos para mover sus respectivos marcadores.
El partido tuvo un claro color azulino, especialmente en la primera parte, donde los astigitanos llevaron el peso del partido y crearon las mejores ocasiones, si bien se toparon con Albano, el portero de Los Barrios que firmó una gran noche.
Juan Ramón descubrió pronto que el conjunto gaditano contaba con caras no habituales al inicio (las conocidas rotaciones) y esto lo notó el equipo de Manolo Pérez Jiménez que se llevó el primer susto en el minuto 1 con un mano a mano de Guerra cuyo disparo, tras superar a Albano, se fue fuera.
Tras unos instantes de tanto y de equilibrio en el juego, el cuadro hispalense se estiró y tras un centro de García (21’) al saque de una falta, Alejo remató de cabeza forzando al meta gualdiverde a lucirse.
Era la primera de las grandes intervenciones del meta barreño, que repetiría en el 23’ al sacar con el pie una jugada de Torres que, dentro del área, y a trompicones se fue llevando el balón hasta el área pequeña.
Dos más tarde, de nuevo Torres disparaba viendo como el travesaño repelía el lanzamiento y de nuevo de devolvía el balón, que con todo a favor no pudo batir a Albano, que desde el suelo despejó a córner.
Sufría el equipo local, que daba gracias a no ir perdiendo y a su portero, que en el 35’ volvía a despejar a córner, lanzándose junto a su palo derecho para salvar el tiro envenenado desde fuera del área de Lolo Armario.
Tras el descanso, la Unión mejoró y fue poniendo cerco al área del Écija, aunque estas primeras aproximaciones fueron a balón parado, con Nando como ejecutor.
El Écija no se acercaba pero en el 54’ Guerra agarró un balón en la línea de tres cuartos y, tras avanzar, disparó a puerta pero se volvió a topar con un efectivo Albano.
La Unión fue cogiendo el dominio de la pelota, quizás con más fe que los de Martín, aunque tanto uno como otros casi miraban más a no recibir que a marcar.
Pero hubo dos acciones que pudieron cambiar el partido al final del mismo. Primero fue el Écija el que la tuvo, pero Albano seguía en modo ‘paralotodo’ y sacaba otra mano increíble a tiro de Alonso dentro del área (92’) cuando los azulinos ya cantaban el gol.
Pero los de Pérez Jiménez se veían capaces de dar la puntilla frente a su rival y la tuvo en el minuto 94 cuando, tras un centro de Juanca desde la derecha, Rubén Cárdenas -completamente solo- dentro del área fusiló a Molero pero la pelota se le marchó alta y el público barreño se echaba las manos a la cabeza.