Este viernes pasado, se celebró en Sevilla una particular Consulta Popular que ya tenía sus antecedentes en nuestra ciudad. En ambos casos, se trataba de dilucidar un asunto referente a la celebración de sus respectivas ferias.
Écija, desde siempre tuvo dos ferias, una en mayo y otra en septiembre, pero la primera fue suprimida por decreto unilateral del gobierno municipal socialista de finales de los ochenta y comienzo de los noventa del pasado siglo, sin consultar con nadie y saltándose a lo torera, no sólo las protestas de toda la oposición, sino la posibilidad de cualquier consulta ciudadana.
Tras muchos años de apechugar con la cacicada y, dado que el personal protestaba porque el mes de septiembre es uno de los de mayor gasto del año, en octubre de 2012 la Delegación de festejos –en manos andalucistas-, convocó en consulta a los ecijanos para conocer sus preferencias sobre la celebración de nuestra feria en mayo o en septiembre. Como consulta libre que fue, votó todo el que quiso y, aunque fue escasa la participación, una inmensa mayoría (más del 70 % de los votantes), se decantó por trasladarla de nuevo a comienzos de mayo dejando, así, el mes de septiembre para la celebración de unas posibles Fiestas a nuestra Patrona, la Virgen del Valle.
A pesar de un resultado tan abrumador, se consideró que habían sido muy pocos los votantes y no debían considerarse los resultados. Cayendo, así, en un sinsentido democrático, al no tener en cuenta ni la libre voluntad de los que optaron por no ejercer su derecho a la participación, ni el deseo inmensamente mayoritario de los que optaron por hacerlo. Entonces, yo me hice la única pregunta que se me ocurrió ante aquella decisión: ¿para qué carajo sirve una Consulta Popular, si no se respeta la opción de participación ejercida libremente, ni la voluntad expresada por la mayoría?
Pues bien, este viernes pasado, los sevillanos –con una participación ciudadana de sólo el 6’91 %- decidieron ampliar su feria, por un porcentaje del 61’8 % de los que votaron (nueve puntos por debajo del que tuvimos aquí)… y el resultado –porque así tiene que ser tras una Consulta Popular democrática, ejercida en pleno derecho y libertad- ha sido vinculante para el Gobierno Municipal Hispalense.
Écija y Sevilla realizaron sus consultas, pero mientras los sevillanos empezarán su feria un par de días antes (como querían), los ecijanos tendremos que seguir apretándonos el cinturón el último mes del verano, para que la cartera pueda hacer frente a los gastos del veraneo, a las facturas de los colegios y a los puñeteros cacharritos de afortunaelpaseíto (como no queríamos)
Mientras, yo me sigo haciendo la misma pregunta, pero confieso que con una mijita más de retintín:… ¿por qué carajo hicimos aquí el paripé de la Consulta Popular?
