Dos semanas es el tiempo estimado que supondrá la instalación de la que será la última torre de la nueva línea eléctrica desde la subestación de Villanueva del Rey y Écija. La ubicación de este último poste provocó un reformado del proyecto inicial y esto ha supuesto un retraso de dos años.
Entre Villanueva del Rey y Écija se han levantado más de 60 torres eléctricas que van a propiciar que la ciudad pueda disponer de siete megavatios más de potencia eléctrica, con esto se cubrirán las necesidades del Hospital de Alta Resolución, de la zona comercial de La Fuensanta y de sectores residenciales como el UPR-4, dejando al mismo tiempo un excedente de casi cinco megavatios, y poniendo fin a las limitaciones históricas que ha sufrido la ciudad.
Pero para llegar a este punto es necesario instalar una última torre eléctrica que permita la conexión de los dos tramos de la línea ya ejecutados, y es este último poste el que ha provocado un reformado del proyecto inicial.
Esta última torre se está levantando en una finca privada, donde ya cuentan con una línea eléctrica -también privada-, y que discurre en las inmediaciones del nuevo trazado. La normativa y desacuerdos entre las partes, llevó a plantear el citado reformado del proyecto, cuyo trámite ha provocado un retraso de unos dos años en la finalización del proyecto y en que pueda entrar el funcionamiento la nueva línea.
Una vez solventado todos los imprevistos, la empresa Transformación Agraria, S.A. (TRAGSA), ha comenzado a levantar la última torre y en cuestión de dos semanas el trazado se podrá dar por finalizado a falta solo de la conexión con la subestación de Villanueva del Rey.
Nueva línea eléctrica de Écija
De este modo se pondrá fin a un proyecto que obtuvo la luz verde del Gobierno Central en 2014. En 2016 el Ayuntamiento de Écija acordó con el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente la realización de este tendido eléctrico, y se redactó el proyecto, se diseñó el trazado y se calcularon los costes, que ascienden a unos dos millones de euros, de los que el ayuntamiento soporta en torno a un 80% y el resto por los propietarios del sector urbanístico UPR-4 y de La Fuensanta “entendíamos que era un proyecto estratégico para la ciudad“, ha apuntado el delegado de Urbanismo, Sergio Gómez.
En la segunda mitad de 2019 se iniciaban los trabajos y la previsión de finalización entonces era de entre seis y ocho meses, aunque no se contaba con la necesidad de realizar un reformado que ha prolongado su ejecución dos años más.