Emilio de Llera, consejero de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía, se ha referido este lunes al caso de Pablo Moreno, el vecino de Écija que permanece en prisión mientras sufre un cáncer en fase terminal. El responsable de la Gobierno autonómico ha recordado la existencia de un precepto en la legislación penitenciaria por la cual se permite acordar la libertad condicional de los enfermos terminales, al objeto de que puedan fallecer en su casa, siempre que se cumplan los requisitos establecidos para ello por la ley.
Tanto De Llera como el presidente del TSJA, Lorenzo del Río -ambos han comparecido de forma conjunta-, han asegurado desconocer los extremos concretos del caso, por lo que «no podemos opinar si se reúnen o no los requisitos establecidos por la ley», no obstante lo cual este tipo de casuísticas «están recogidas» por la actual normativa.
Así, Del Río ha indicado que esta medida se utiliza «mucho» en vigilancia penitenciaria, en relación a enfermos terminales o «con padecimiento», para los cuales se contempla una libertad anticipada con el objetivo de cumplir esa parte de la pena en su domicilio, si bien deben cumplirse unos determinados requisitos y contarse con unos dictámenes médicos, «que imagino que será lo que se esté tramitando», de cara a la decisión del juez.
Este lunes, un grupo de vecinos de Écija se ha concentrado para reclamar la libertad de este preso. La familia de Pablo Moreno García, de su lado, ha anunciado que intensificará sus gestiones frente a la Justicia para que el reo sea liberado y pasé sus últimos días en compañía de su familia.
Pablo Moreno García, vecino de Écija de 48 años, afronta con un cáncer en fase «terminal», neumonía crónica y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) la última parte de la condena de ocho años y tres meses de cárcel que le fue impuesta por una serie de robos cometidos en el pasado.