Posiblemente las últimas lluvias han sido las causantes de un nuevo desprendimiento en el claustro del Real Monasterio de Santa Inés del Valle de Écija, el cual presenta desde hace años un estado ruinoso que se mantiene en pie gracias a un entramado de listones que apuntalan este espacio evitando que se desplome totalmente.
El último desprendimiento se ha producido en los últimos días y se ha registrado en la zona más cercana a la estancia más famosa del convento, la celda que ocupó la reina Isabel la Católica, durante un viaje de recaudación de fondos para la guerra de Granada.
Tras tener conocimiento de este nuevo desprendimiento la Asociación Amigos de Écija ha mantenido una reunión con la diputada del PP en el Congreso, Silvia Heredia, para que ponga en conocimiento del Ministerio de Cultura el estado actual del convento y en especial de su claustro principal. Al mismo tiempo se va hacer llegar a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, datos sobre la situación de este edificio, para lo que van a solicitar al ayuntamiento que un técnico municipal realice un informe detallado.
De manera preventiva se han retirado algunas piezas pictóricas que se localizaban en las proximidades de la zona en la que se ha registrado el último desprendimiento.
Desde la asociación ya se puso en marcha a finales de 2009 una campaña alertando de la situación en la que se encontraba el convento -ver vídeo- y las dificultades económicas que tiene la congregación de las franciscanas clarisas que acoge Santa Inés, que le impiden hacer frente a los costes de rehabilitación y mantenimiento del edificio.
Esta situación no es nueva y ya a finales de los ochenta, las hermanas solicitaban a la Junta de Andalucía una actuación urgente sobre el edificio para evitar el derrumbe, que mantiene gran parte del Real Monasterio de Santa Inés del Valle, apuntalado que evitan, de momento, que se desplome.
Real Monasterio de Santa Inés del Valle
El Real Monasterio de Santa Inés del Valle, tiene en su historia haber acogido en sus aposentos a la reina Isabel la Católica en una de sus campañas de recogida de fondos para la reconquista de Granada, la celda en la que se hospedo aun se conserva, pero como todo en el convento, se encuentra en un lamentable estado.
El monasterio data de 1487 y tuvo entre sus benefactoras a la emperatriz María de Austria y la Infanta Isabel Clara de Eugenia, que legaron valiosas obras reliquias, entre las que destacaba una espina de la corona de Jesucristo. En 1622 un incendio acabo con la iglesia, el coro, dos alas del claustro y gran parte de las reliquias, algunas desaparecieron en el incendio y otras robadas de los restos del convento. Varios años después, en 1625, el edificio también sufrió el azote de las aguas en una gran inundación, y ya en el siglo XX se derrumbó la techumbre. A todas estas calamidades ahora se suma la dejadez de las instituciones y de la iglesia, que ven impasibles como se cae una parte de la historia de Écija.