Esta semana han coincidido en el tiempo la vuelta de dos imágenes que procesionan en la Semana Santa de Écija y que en los últimos meses se han sometido a un proceso de restauración. Se trata de las imágenes de Jesús Nazareno, de la Hermandad de San Juan, y la de Jesús sin Soga, perteneciente a la hermandad a la que le da nombre.
La primera de las imágenes en regresas a su correspondiente templo ha sido la Jesús Nazareno, que lo hacía el martes 3 de marzo, primer martes de Cuaresma y primer día del Solemne Quinario en su honor.
El pasado mes de junio la imagen se retiraba del culto para trasladarla a taller sevillano de Pedro Manzano e iniciar el proceso de restauración después de casi 70 años desde las última intervención a la que fue sometida la imagen.
Previa al retorno de la imagen se llevaba a cabo en la última quincena de febrero una exposición en el Museo Histórico Municipal de Écija, realizada por varios artistas bajo el título de “Las visiones del Nazareno”.
Recientemente se ha conocido datos sobre la autoría de la imagen de Jesús Nazareno a través del libro “Écija Artística. Colección Documental, siglos XVI y XVII”, escrito por los historiadores Gerardo García León y Marina Martín Ojeda, que la atribuyen a Alfonso de la Plaza en 1593.
La segunda imagen que ha vuelto a su templo este semana ha sido la Jesús sin Soga, que ha sido trasladado hasta la Iglesia de Santa Bárbara este sábado después de varios meses -desde octubre- en el taller de G.R.S. “Conservación y restauración” bajo la dirección de Agustín Martín de Soto y Antonio Gamero.
Según detalla la hermandad, la intervención “ha sido visada por la junta de gobierno, por nuestro párroco y director espiritual el Rvdo. Sr. D. Francisco Moreno Aldea y por la comisión formada a tal efecto. Además, en todo momento, se han seguido las directrices marcadas por el Rvdo. Sr. D. Antonio Rodríguez Babío, delegado diocesano de Patrimonio Cultural de la Archidiócesis de Sevilla”.
Los trabajos de restauración también han contado con el asesoramiento de Gerardo García y José Luis Romero, ambos doctores en Historia del Arte, ya que la talla, obra de José Montes de Oca en 1732, tiene un importante valor artístico.
El regreso de la imagen de Jesús sin Soga a la Iglesia de Santa Bárbara se ha llevado a cabo tras ser bendecida la imagen en la Parroquia de Santa María, desde donde se ha traslado en andas hasta Santa Bárbara.