Todavía no es definitivo pero por el momento ya cuenta con la aprobación de la Delegación de Patrimonio del Arzobispado de Sevilla y de la Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta de Andalucía. Se trata de una posible restauración del retablo de las Ánimas del Purgatorio de la Iglesia de Santiago, para la que se ha solicitado una subvención.
De momento esto es un paso más, aunque habrá que esperar a la resolución definitiva que apruebe las ayudas que haga posible la restauración de este retablo barroco de finales del siglo XVII y principios del XVIII.
Según destalla la Comisión Provincial de Patrimonio, el proyecto de intervención pretende lograr la estabilización de las patologías que lo afectan, con una limpieza general y una la limpieza química puntal de algunos elementos, la consolidación de los elementos inestables, y frenar el deterioro del retablo, mejorando su estado de conservación y potenciando sus valores estéticos ocultos por la suciedad y el polvo acumulado. Al tratarse de una obra expuesta a la contemplación del público, la conservación se centrará en el buen mantenimiento de los materiales constitutivos, así como su estructura, la arquitectura portante y sus elementos decorativos. Se tendrá especial celo con las policromías y el dorado, elementos fundamentales para su correcta lectura, y se realizará un programa de mantenimiento mediante controles periódicos.
El retablo de las Ánimas del Purgatorio se puede ver en la Iglesia de Santiago, concretamente en la nave de la epístola entre el acceso a la sala de tacas y la capilla de los Montero.
Se trata de un retablo de madera tallada, estofada, dorada y policromada de 3,40 metros de ancho por 5,70 metros de alto. Es de estilo barroco y aunque es de autor anónimo se atribuye a los hermanos González Cañero. El retablo recoge a las ánimas del purgatorio y sobre ellas se puede ver la imagen de la Virgen con la Santísima Trinidad. Remata el retablo la representación de Santiago a caballo, según recoge la ficha técnica del proyecto presentada por Antonio Gamero y Agustín Martín de Soto, donde destacan que el estado de conservación es “muy deficiente” y precisa una intervención “urgente”.
La restauración que se propone tiene como objetivo devolverle su estabilidad, que está comprometida debido al mal estado de conservación que presenta.
