Tras la detección de niveles de benceno por encima de los valores permitidos por la normativa estatal en el agua de una quincena de municipios de la Campiña sevillana, lo que motivó que durante varios días el agua suministrada estuviese no declarada para el consumo humano, el presidente de la Diputación provincial, el socialista Fernando Rodríguez Villalobos, ha descartado que la incidencia derivase de una «negligencia o dejación de funciones» por parte de los responsables del Consorcio de Aguas del Plan Écija.
En rueda de prensa, Rodríguez Villalobos ha recordado el papel que juega en los hechos «la empresa suministradora» del carbón activo usado en la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Écija, aspecto del que derivaría la incidencia. En ese sentido, el consejo de administración de la Agencia de Régimen Especial Ciclo Integral Aguas del Retortillo (ARE-CIAR), encargada del suministro de agua, aprobaba recientemente incoar un expediente informativo para esclarecer todo lo sucedido, según informaban a Europa Press fuentes de la entidad.
Y mientras el PP y Cs están reclamando «responsabilidades» a la presidenta del Consorcio de Aguas del Plan Écija y alcaldesa de Osuna, la socialista Rosario Andújar; y al vicepresidente de la entidad y alcalde de Écija, el también socialista David García Ostos; Rodríguez Villalobos ha manifestado que los responsables del Consorcio del Plan Écija «han estado muy pendientes desde el minuto uno» de todo lo acontecido, movilizando «camiones por un tubo» para proporcionar agua potable a la población afectada.
«Se ha actuado de manera coordinada y con responsabilidad, con la asistencia en todo momento de la Diputación y del Consorcio Provincial de Aguas», ha enfatizado, descartando que la incidencia derivase de una «negligencia o dejación de funciones» por parte de los responsables del Consorcio del Plan Écija.