Uno de los proyectos del anterior gobierno de Écija (PSOE), quedará de momento en pausa debido al planteamiento del nuevo Gobierno Local (PP). Se trata del uso que se le dará a las casas anejas del Palacio de Peñaflor. En un principio estaba previsto acoger las dependencias municipales existentes actualmente en la calle San Francisco -entre ellas la alcaldía y secretaría-, pero de momento no será así.
Lo ha adelantado durante una visita a este edificio la Alcaldesa de Écija, Silvia Heredia «en principio se tenía pensado alcaldía; lo dejamos reservado porque, de momento vamos a seguir manteniendo las oficinas en San Francisco hasta nueva orden», a lo que posteriormente ha añadido que «de momento es viable estar en calle San Francisco».
Descartado el uso para acoger estos servicios municipales, la pregunta es cuál será el destino de este edificio cuyas obras están prácticamente finalizadas, solo resta las instalación de un ascensor, un elevador y distintos trabajos de electricidad.
El Gobierno Local no cierra la puerta a que las casas anejas acojan servicios municipales, de hecho su arreglo se ha realizado pensando darle un uso, principalmente, de oficinas con hasta 40 puestos de trabajo, pero de momento la idea inicial pasa por otro lado.
Rehabilitación del palacio
Tanto la alcaldesa como el delegado de Urbanismo, Ángel Peña, se han referido a un proyecto en el que se está trabajando, y que supone solicitar una subvención del 2% Cultural, cuya convocatoria está abierta, para seguir rehabilitando el Palacio de Peñaflor.
La actuación que se plantea se centraría en esta ocasión en unas salas del palacio, donde actualmente se almacena gran parte del mobiliario original de este edificio. Para llevar a cabo la restauración -en caso de ser concedida la subvención-, el destino de este mobiliario serían las casas anejas «transitoriamente es el uso que tenemos previsto, en función del 2% cultural es trasladar parte de ese mobiliario de más de 3.000 piezas a este recinto”, verbalizaba el delegado de Urbanismo.
Esto deja las casas anejas, provisionalmente, como almacén, pero no todo el espacio «se puede compatibilizar con servicios municipales», añadía Ángel Peña, sin concretar cuáles.
Casas anejas
Este edificio -en realidad son varios en uno-, está adherido al Palacio de Peñaflor, con el que se comunica interiormente, pero no forma parte del espacio protegido como Bien de Interés Cultural. Esto ha permitido que se lleve a cabo una actuación que ha supuesto adecuar el espacio al uso que se le planificó dar: servicios municipales, turísticos y culturales.
La ejecución de la obra se ha realizado en dos fases, ambas se han ejecutado con planes de empleo estable, con un importe total de aproximadamente medio millón de euros.
Entre los trabajos que se han realizado destaca la comunicación interna de todas las estancias superiores y gran parte de las inferiores, algo que permitirá ir de un lugar a otro sin tener que atravesar los dos patios con los que cuenta. Se han habilitado dos accesos desde el exterior: uno en calle Emilio Castelar y otro en Virgen de la Piedad, y se le ha dotado de accesos para personas con movilidad reducida, aseos y climatización.
