Lo que en el primer cuarto de hora de la segunda mitad se enfilaba como una jornada de tres puntos para el conjunto de Miguel Rivera, finalizó casi pidiendo la hora el equipo local ante el empuje del Villanovense.
El partido comenzó sin dominador claro y hubo que esperar al segundo tramo de la primera mitad para ver como el equipo del San Pablo cogía las riendas del encuentro: y dieron su fruto, porque antes de encaminarse al vestuario, Rubén Cruz dejo al Écija con la ventaja en el marcador.
Tras el descanso el Écija continuó a lo suyo, y pronto volvió a encontrar la meta rival, batiéndola y colocando un 2-0 en el marcador. Cuando algunos pensaban que todo estaba sentenciado, el conjunto de José Luis Montes no opinaba lo mismo y se conjuró para ello. Los goles visitantes llegaron a balón parado –una falta y un saque de esquina- y con ellos la sensación de tener que sufrir para no perder un partido que se podría pensar que estaba ganado.
