Periodos duraderos de lluvia y viento se reflejan especialmente en el Real Monasterio de Santa Inés del Valle, concretamente en el claustro, donde en los últimos días se han vuelto a registras nuevos desprendimientos que ponen en evidencia el estado de ruina en el que se encuentra esta parte del patrimonio ecijano.
La asociación Amigos de Écija han denunciado en varias ocasiones en los últimos años el estado en el que se encuentra el convento, alertando con ello a las administraciones para que actúen al respecto, pero las medidas no se ponen en marcha y el edificio que en su día acogió a la reina Isabel la Católica, se derrumba poco a poco.
Tras los últimos desprendimientos la asociación ha mantenido una reunión con las autoridades locales para que pongan en conocimiento del Ministerio de Cultura el estado en el que se encuentra el convento y especialmente su claustro. Al mismo tiempo se va hacer llegar a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, un informe sobre la situación del edificio.
Dos décadas después
Desde la asociación ya se puso en marcha desde el año 1989 una campaña alertando de la situación en la que se encontraba el convento -y las dificultades económicas que tiene la congregación de las franciscanas clarisas que les impiden hacer frente a los costes de rehabilitación y mantenimiento del edificio.
Lista Roja del Patrimonio
La falta de respuesta de las administraciones ante el alarmante estado en el que se encuentra el convento, la denominada “Lista Roja del Patrimonio” –recoge aquellos elementos del Patrimonio Histórico español que se encuentren sometidos a riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores- podría estar estudiando la posibilidad de incluir al el Real Monasterio de Santa Inés del Valle en su listado, donde ya se encuentra el Palacio de los Marqueses de Peñaflor.
Real Monasterio de Santa Inés del Valle
El Real Monasterio de Santa Inés del Valle, tiene en su historia haber acogido en sus aposentos a la reina Isabel la Católica en una de sus campañas de recogida de fondos para la reconquista de Granada, la celda en la que se hospedo aun se conserva, pero como todo en el convento, se encuentra en un lamentable estado.
El monasterio data de 1487 y tuvo entre sus benefactoras a la emperatriz María de Austria y la Infanta Isabel Clara de Eugenia, que legaron valiosas obras reliquias, entre las que destacaba una espina de la corona de Jesucristo. En 1622 un incendio acabo con la iglesia, el coro, dos alas del claustro y gran parte de las reliquias, algunas desaparecieron en el incendio y otras robadas de los restos del convento. Varios años después, en 1625, el edificio también sufrió el azote de las aguas en una gran inundación, y ya en el siglo XX se derrumbó la techumbre. A todas estas calamidades ahora se suma la dejadez de las instituciones y de la iglesia, que ven impasibles como se cae una parte de la historia de Écija.
