El Écija se lo puso difícil a Poli Ejido, pero no pudo aguantar la presión durante los noventa minutos, o mejor dicho, ochenta y cinco minutos, porque fue en los últimos cinco minutos del partido cuando el equipo almeriense consiguió el empate y a continuación la victoria.
Los de Buenaventura cumplieron la máxima del partido ante el Melilla, marcar en apenas quince minutos y esto le funciono bien porque fue el equipo local el que llevo el peso y la presión del partido hasta prácticamente el final del encuentro, con varias oportunidades que le podrían haber dado una mayor ventaja en el marcador.
En la segunda mitad, los de Almería, salieron algo mejor situados y con más jugada arriba, pero su ritmo se vio frenado tras un segundo gol del Écija, que sería anulado por el colegiado. Esto sirvió a los visitantes para saber que no sería fácil llevarse algo positivo del San Pablo, aunque rozando el final del encuentro Jorge Molina, de cabeza, consigue la igualada en el marcador, ya era tarde para que los ecijanos reaccionase, pero no lo era para que los del Poli, lo volvieran a intentar y lo consiguieran, en esta ocasión en el minuto 90 y de la mano de una jugador de aquí al lado, de Herrera, Antoñito, que dispara sin compasión entre los tres palos defendidos por Arturo, que ve como se marchan los tres puntos del San Pablo.
