La Cabalgata a puesto punto y final a la fiesta de febrero por excelencia, el Carnaval, y lo ha hecho con la implicación de los ecijanos que una año más, se han lanzado a la calle para disfrutar de las últimas horas de un periodo festivo que da paso a la austeridad de la cuaresma.
El gran desfile carnavalesco ha contado con una tregua meteorológica y después de las incesantes jornadas de lluvia que ha vivido la ciudad, el cielo se ha despejado durante unas horas –ya que las previsiones contemplar precipitaciones en las próximas jornadas- para que el carnaval ecijano salga de nuevo a la calle.
Precisamente en la calle esperaban aquellos que por un motivo u otro no se han decido a disfrazarse, pero si que han querido ver pasar ante sus ojos a: piratas, caracoles, extraterrestres y un sin fin de atuendos, en muchos casos, combinados por puro azar.
La cabalgata comenzaba su discurrir por las calles ecijanas cuando pasaban algunos minutos de las cinco de la tarde, y desde su lugar de partida, el Polígono el Limero, se disponía ha completar un itinerario que la ha llevado hasta el Bulevar. Especialmente significativo ha sido el paso por calles no habituales como la Avd. de los Emigrantes, María Auxiliadora o la calle Arroyo, lugares por donde esta año ha discurrido este desfile de color y alegría.
A lo largo de la cabalgata se han podido ver infinidad de disfraces, donde niños y mayores han dejado volar su imaginación y prejuicios, y se han lanzado a la calle para reírse con los demás y con ellos mismos. De este modo hemos visto mamás, papás y abuelos disfrazados de pollos, o una simpática pareja por arte de la magia del carnaval se han convertido en “Martinitos” los populares bizcochos de chocolate de San Martín de Porres. También se han podido ver a personajes del mundo del cine, como el Capitan Jack Sparrow, o a los personajes azules de la película “Avatar”.
El desfile de carnaval ha concluido en la antigua piscina municipal, donde esperaba una orquesta y un Dj, para amenizar una noche que se antojaba –y así fue- larga.
El Carnaval de Écija 2010 se despide, pero lo hace dejando un buen sabor de boca y buenas sensaciones, esas que hacen pensar que es posible recuperar para el pueblo una fiesta que parecía condenada a la desaparición.
