Casi una semana después el agua de Écija vuelve a ser apta para el consumo humano, según ha confirmado en un comunicado la Consejería de Salud y Familias en la tarde del jueves, en el que también ha dado el visto bueno para el consumo del agua de Marchena, pero se mantiene la incidencia de elevados niveles de benceno en el agua en la Entidad Local Autónoma de Isla Redonda.
El viernes 4 de diciembre la Junta de Andalucía remitía una resolución en la que indicaba que los niveles por encima de lo permitido en la normativa en el agua que se suministra a Écija, obligaban a declararla no apta para el consumo. Un día antes esta misma situación se había dado en La Luisiana y Marchena.
Desde entonces los niveles de benceno en el agua de Écija se han mantenido por encima de 1 microgramo por litro, el valor permitido, hasta el pasado 7 de diciembre que las muestras ya arrojaban cifras por debajo de este límite. Como está estipulado, se ha tenido que esperar hasta tener tres análisis con datos favorables para que las Junta vuelva a declarar el agua apta para el consumo.
Durante este periodo de tiempo y para hacer frente a la situación, han sido movilizados recursos para la distribución de agua en las localidades afectadas por la declaración del agua no apta para el consumo humano, mientras sí estaba permitido el uso del agua corriente para la higiene y la limpieza, aunque no para la cocina.
Según señala de consejería en un nota de prensa, desde que se declarase el agua no apta para el consumo, el órgano gestor del abastecimiento ha establecido diversas medidas y se han realizado los análisis indicados. De tal modo, los niveles se encuentran en niveles permitidos para el consumo.
Asimismo, la consejería ha determinado que, en prevención por el riesgo de que se repita la situación anterior, la empresa responsable llevará a cabo un análisis diario de benceno en la infraestructura del depósito de estos municipios durante 7 días consecutivos, además de uno semanal por un periodo de dos meses.
