Después de varios años de trabajo, la constitución de una comunidad de regantes y contar con la aprobación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el proyecto que supondrán destinar aguas regeneradas provenientes de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Écija, para destinarlas al riego de cultivos, está cada vez más cerca.
Según se detalló el pasado mes de marzo en una reunión entre la Comunidad de Regantes Écija y el ayuntamiento de la ciudad, este proyecto permitirá el riego de 1.019 hectáreas con aguas regeneradas. Prácticamente la totalidad de estas hectáreas se encuentran en el término municipal de Écija, y solo 14 se localizan en la provincia de Córdoba.
El presidente de la comunidad de regantes, Salvador García, detallaba entonces que el proyecto «está prácticamente finalizado, queda muy poco para la concesión definitiva, y las obras empezarán en breve».
Se trata de una importante inversión de 7,2 millones de euros «eso supone unos 7.200 euros por hectárea aproximadamente», añade García, quien al mismo tiempo señala la repercusión que tendrá en el municipio «va a generar muchos puestos de trabajo en Écija, a todas la empresas, particulares, obreros del campo…».
Plazos
Por su parte, el delegado municipal de Desarrollo Urbano Sostenible, Sergio Gómez ha situado en un horizonte temporal de aproximadamente un año el inicio de llenado de las balsas con aguas regeneradas «se están aprovechando aguas ya depuradas que irían al cauce público, para potenciar cultivos de regadío, con sistemas inteligente de riego».
Ante de la llegada de este momento será necesario contar con el informe de aprobación de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, trámite necesario para solicitar la licencia de obras y comenzar la construcción de toda la infraestructura que lo haga posible.
Proyecto
El proyecto responde a una iniciativa de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para utilizar las aguas residuales una vez tratadas, para la transformación de terrenos de secano en terrenos de regadío.
Para llevarlo a cabo en Écija se constituyó una comunidad de regantes con unos cuarenta comuneros y se redactó un anteproyecto que en principio contemplaba una extensión de unas 3.000 hectáreas, aunque finalmente la confederación autorizó el uso de 1.500 metros cúbicos de agua, lo que se traducía en atender algo más de mil hectáreas.
Este proyecto se presentó en el Ayuntamiento de Écija en diciembre de 2018, desde entonces se han estado realizando los trámites necesarios para llevarlo a cabo, algo que puede ser un realidad en poco más de un año.