En 1997 un joven artista ecijano en ciernes presentará su primer trabajo a un concurso de carteles de carnaval. La obra no resultó ganadora pero el artista sabía que tras esa idea había un cartel con fuerza suficiente para anunciar el Carnaval de Écija. El joven pintor era Jerónimo Díaz, y 17 años después su idea será la imagen oficial de la fiesta precuaresmal ecijana.
Los elementos principales de ambas obras coinciden: un sol con antifaz tocando un bombo y mucho colorido, aunque al cartel actual el artista le ha añadido algunos elementos y ha depurado la técnica “he añadido otros como la amazona herida, un bandolero y una ninfa los cuales se han disfrazado para disfrutar de la noche carnavalera ecijana” entre papelillos y serpentinas.
Al mismo tiempo el cartel rinde homenaje a Juan Navarrete, cuyo rostro aparece difuminado en el azul del cielo. Juan Navarrete fallecía el pasado año dejando un hueco muy importante entre la familia del Carnaval de Écija.
Jerónimo Díaz describe su obra como “un cartel con elementos muy ecijanos acompañado por una explosión de color jugando con fríos y cálidos, complementarios como el rojo y el verde en el bombo o el amarillo y el azul en el sol”.
El artista reconoce que este cartel significa mucho para él: primero por ser un gran amantes de la fiesta, y segundo porque este año no forma parte de ninguna chirigota, por lo considera su obra como su “pequeña aportación al carnaval ecijano”.
Por último Jerónimo Díaz confiesa encontrase feliz por partida doble “porque la gente se siente identificada con una pintura tan ecijana y porque hacían ya seis años que un pintor local no realizaba el cartel”.