Febrerillo el loco un día peor que otro; Febrero, siete capas y un sombrero; Febrero el corto, con sus días veintiocho, más si el año bisiesto fuere cuenta días veintinueve. Y así un sinfín de “febrerillos” que rezan en el refranero español. Y es que con él llegan las coplas y coplillas, las murgas convertidas en chirigotas y la mirada a lo que fue y ya no. Simplemente no mejor o peor, sólo diferente.
-Claro, los años pasan y nosotros con ellos. Todo es disímil. Me dijo mi vecina del quinto.
-Tiene razón. Señalé.
Mi Carnaval se remonta al ayer y al hoy y sobre todo al mañana. Aquellas noches del Cabrera, (las coooolas, para conseguir una entrada), las coplas aprendidas en pocos días, el disfraz en Ario, en la Moreni o en tú propia casa que mas daba, sí lo que se quería era pasar un rato divertido. La historia ha dado muchos carnavaleros y muchos grupos. Mi memoria carnavalera me trae a la mente a los Azulejos y Azulejas, “La quinta del rococó”, “Los fraternícolas”, “Los locomía” del maestro Rivero, “El coro de la Bernarda”, “Los bombones” de Navarrete, “Vaya clase de cuarteto” del Charlie, “Fundidos en un mismo molde”, la comparsa “del Valle”, “Una pa tos y tos pa ella”, del peñascazo;“Serpentillos y papelinas” de Selu Asencio; “Subanestrujenbajen del trompo lo lailo” de “las viejas” o “los peluches”; “Si lo sé no me presento, pa lo que hice en lo arto” de “los barriga”; “Los bielorrusos” del Chemi; “Los locos de la arbolea” de “los ninas”; las niñas del Pireo”. “Ñiquiñaque”, la comparsa de “los bandera”, el cuarteto de Alcántara, “Con más cara que espalda” ,de la Peña el abejorro, de mi amigo Antoñito Prieto; “Los bricomanía” (primer primer premio del concurso regional en 2005);el Mije, el cuarteto del Angelillo; Paco Díaz, Armenta…un sinfín de grupos y de coplillas que hoy, en el Municipal nos traen los del Chila, los de Raúl y Molina, Rivero y Paco Pepe, Castro, Chamorro, Rafalillo, los Navarrete…Y además los ilegales o las callejeras que este año se multiplican. Vuelve la “vieja guardia” ¡Ainssss se calienta el ambiente!
Pero sobre todo echo en falta aquella implicación que los colegios tenían con el Carnaval, quizás sea culpa nuestra, o no sé de quién, pero lo que no puedo obviar es que preferimos celebrar Halloween o “Jalogüín”-como diría mi primo cabeza-, que lo que por derecho es nuestro. ¡Ratatatataaa, a la final va el Angelillooooo!, rezaba un famoso estribillo.
El carnaval me ha dado la oportunidad-quizás por mi trabajo-de conocerlo y de conocer su historia. Si me remonto al año 1995 (hace ya 20 años, ¡ojú mare!) me trae a la memoria el primer carnaval en el que actué como presentadora de la fiesta. Entre esos recuerdos se encuentra el “cajonazo” del grupo “Este año mojamos por abajo” y la divertidísima puesta en escena de “los domingueros”. Aquel muchacho embutido en un súper mega mini bañador, sobre una tabla de planchar haciendo surf-¡morenísimo! (ja,ja,ja ¿quién sería y por dónde andará? Saludos jefe); el golpetazo que se dio el nadador con su traje de neopreno y sus gafas de bucear cuando se disponía a salir del fondo del mar o mejor dicho del fondo de las tablas del Cabrera, desde donde el apuntador realizaba su trabajo. El pregón de ese año a cargo de Guillermo Gutiérrez “El Ecijano”, presentado por Ramón Freire, los secretos de las bambalinas con mi hermano Eduardo Cobalea y el personal del teatro, el gallinero inmejorable, el ambigú siempre dispuesto a ser oídos sordos de las criticas más sátiras de Don Carnal, a la más guapa entre la guapas, la Reina del Carnaval, y así todo.
Pero lo que sin duda ha quedado en mi percepción pagana han sido muchas letrillas que a veces mezclo y que no tienen nada que ver con las originales. No me voy a ir muy lejos me quedo en 2002 (¡vamos, ayer mismo, ”ná” hace sólo 12 años!).Los azulejos aquel año concursaban en el regional de Écija. Obtuvieron el cuarto premio-pero se merecieron más-y lo hicieron con un repertorio con el que disfruté muchísimo.
-Me dirá que se acuerda y todo.
-Pues la verdad, que no. Pero sí de parte. Le guiñé un ojo en un gesto cómplice.
-Anda flamenca, cante, cante…
-No me toque las palmas…
Y me arranqué, dando con los nudillos en la mesa, con aquel pasodoble de “Los Globos”, (cuánto te echamos de menos Paco Díaz), que decía:
“Permíteme compañero que vienes de la tacita y que cantas por febrero en mi Écija bonita. Un consejo quiero darte, que trabajo costaría una copla dedicarle y un piropo regalarle. Ella lo agradecería que aunque aquí no haya Caleta, Falla, Viña o “mentiero” es la sartén de Andalucía. Y por si no la conoces súbete aquí en nuestro globo que te la voy a presentar .Ella se duerme en un valle y es la Virgen del Valle la que la tiene “arropá». Torres las que tú quieras, palacios y plazuelas de azahar. Anochece perfumada con ese rio que viene desde Granada, sus mujeres un tesoro. Si “pa” ti Cádiz es de plata,”pa” mi Écija es de oro.
(“Los Azulejos por las nubes”-2002)
-Una maravilla vecina, y canta, canta…, pensé que no lo haría tan bien.
-Vecina es usted un regalo del Señor.
-Pues sí, buena idea, de regalito me voy a disfrazar. ¿El Señor Gitano y el Tole de que lo harán? Entonces rompí en una sonora carcajada.
-El Tole, nos sorprenderá. Y el amigo Pepe… ¿nos asombrará con su disfraz de moro? Ya se verá por San Valentín.
-De moro, de moro… seguro, para no romper con la tradición.
Hoy con nocturnidad y alevosía hago uso de una frase de Miguel Delibes que decía: “Yo no he sido tanto yo como los personajes que representé en este carnaval literario. Ellos son, pues, en buena parte mi biografía”. Pues lo dicho también soy parte, como muchos, de la historia de esta fiesta que me nombró su pregonera en 2004.
Las carnestolendas de Écija marcarán la recta final de una fiesta, la de Don Carnal que -a Dios Gracia y a quien corresponda- no abraza a Doña Cuaresma por aquello de que la velocidad y el tocino nunca deben de mezclarse. Eso sí a los que nos gusta “tó”, lo mismo nos da que sea verano que invierno, que haga frio o calor o que en febrero se toquen marchas o que en marzo el pito, el bombo o el tambor.
-¡Vamos que nos vamos! (como dice mi Cris).Feliz Carnaval, vecina. Cante conmigo: ¡Ay que ganitas tengo de que lleguen las vacaciones…!
María del Valle Pardal-Castilla