Una veintena de personas que se encontraba a primera hora de la mañana en las instalaciones de la piscina cubierta municipal, han tenido que se desalojadas por precaución ante un derrame de cloro que se ha producido mientras se llevaba a cabo el llenado de los tanques.
Según los responsables de la piscina, el sistema de ventilación expandido por toda la instalación los gases provocados por el cloro, provocando que algunos usuarios hayan comenzado a notar picor en los ojos, lo que ha llevado a desalojar el edificio, donde además de la piscina también se localiza una zona de gimnasio.
Una vez detectado el problema se ha ventilado todo el edificio y apenas una hora y media después abría de nuevo las puertas al público.