El cementerio de Écija vivió el pasado viernes 20 de febrero, una situación, cuando menos “rocambolesca”. En una de sus calles, un hombre equipado con un mono blanco y una mascarilla, procedía a extraer de uno de los nichos del camposanto ecijano, los restos de un hombre que falleció hace 15 años.
La situación responde a una demanda judicial en cuyo trasfondo existe una herencia de seis millones de euros, de un labrador ecijano que mantuvo hace más de sesenta años, una relación con una de sus empleadas, de la nació un hijo, Rafael Rebollar, que nunca fue reconocido por su supuesto padre, el cual falleció hace cuatro años.
En contra de lo que se pueda pensar, los restos que fueron exhumados el pasado viernes no son los del presunto padre, ya que estos fueron incinerados tras su muerte, sino los del hermano de este y el fin es extraer muestras biológicas para intentar establecer una relación entre el adinerado labrador y el demandante.
Sobre las 11:45 y durante aproximadamente media hora, una docena de personas asistieron a la exhumación. Entre ellos, Rafael Rebollar y su esposa acompañados por el abogado Fernando Osuna que defiende este caso. También asistieron familiares del supuesto tío y su abogada, así como la secretaria del juzgado de Écija para dar fe de la legalidad del proceso y para la recogida de los restos un forense y un funcionario judicial.
Los profesionales sustrajeron para intentar encontrar una relación biológica, una tibia y algunos dientes, los cuales han sido trasladados al Instituto de Medicina Legal de Sevilla, donde ahora deberá de acudir Rafael Rebollar, para que se procedan ha realizar las pruebas solicitadas.
El abogado del demandante, Fernando Osuna, declaró que todo este asunto “es rocambolesco porque han pasado cuatro años desde que iniciamos la reclamación para que pudiera llevar el apellido de su supuesto padre y poder, acto seguido, reclamar parte de la herencia” y que entiende que “no es agradable desenterrar los restos mortales de un ser querido, pero por encima está la ley y no hemos recurrido a pedir la exhumación y la prueba de ADN hasta el final, porque antes hemos intentado otros medios y otras pruebas para demostrar la filiación” pero califico que ““Es un paso importantísimo” para dar luz a esta reclamación.