En la actualidad, la gestión de chatarras ya supone el 1% del PIB en España
Por lo general, cuando hablamos de chatarra, la mayoría de las personas tienden a pensar en trozos de metal de desecho, sin embargo, el tratamiento de la chatarra ha cambiado por completo en los últimos años, hasta tal punto, que existe una estrecha relación entre la chatarra y el cuidado del medioambiente. Y es que en la actualidad, existen plantas de tratamiento de chatarra que se dedican a su reciclaje.
El caso de España es especialmente reseñable, puesto que según los últimos datos económicos, el sector de la chatarra cubre el 1% del PIB nacional. Una cifra increíble, que demuestra la importancia de la chatarra en la economía, pero esta relevancia va mucho más allá, sobre todo, si tenemos en cuenta el enorme impacto que tiene en la preservación del medioambiente.
La mejor prueba del notable papel que juega la chatarra en España, la encontramos en las plantas de tratamiento de chatarra que hay repartidas por todo el país. Una de las más conocidas es la planta de chatarra sevilla, sin embargo, también existen otros grandes centros de reciclaje de chatarra en provincias como Madrid, Barcelona, Valencia, Vitoria o Zaragoza.
¿Por qué es tan importante la gestión de chatarras?
Sin duda alguna, la gestión de chatarras y de residuos se ha convertido en uno de los negocios de mayor crecimiento en el planeta Tierra, ya que esta tarea contribuye de manera eficaz a la reducción de las emisiones de CO2 -dióxido de carbono-. Por tanto, no resulta extraño que los centros de recuperación de chatarra estén presentes en una gran cantidad de provincias españolas.
Y es que a pesar de lo que piensan algunas personas, el acero, el hierro o el aluminio se pueden reciclar. Es decir, la chatarra puede ser reciclada una y otra vez, sin que la calidad de los materiales decaiga en ningún momento. Por ello, la tarea de recuperar y transformar la chatarra ha pasado a formar parte del clásico etiquetado verde, el cual se suele relacionar con el cuidado del medioambiente.
Según los datos publicados por la Unión Europea, de media, cada ciudadano europeo genera unas 6 toneladas de basura al año. Dentro de esta gran cantidad de basura, la chatarra ocupa un lugar importante, ya que es considerada un residuo contaminante que requiere tratamiento. Gracias a la recolección de la chatarra, su presencia puede disminuir de forma notable, lo que se traduce en menos perjuicios para la naturaleza.
Principales beneficios de la gestión de chatarras
Como ya se ha comentado anteriormente, el reciclaje de chatarra es muy beneficioso para el medioambiente, puesto que esta tarea ayuda a recudir la huella de CO2 en el planeta Tierra. Cuando hablamos de chatarra, nos referimos a todo aquel material que se compone de partes metálicas viejas o en desuso -piezas de desecho-. Por lo tanto, dentro de la chatarra nos podemos encontrar diferentes metales férricos y no ferrosos.
En el apartado de los férricos, destacan el hierro y el acero, mientras que en el grupo de los no ferrosos, los más importantes son el aluminio, el cobre, el zinc, el plomo y el níquel. Todos estos trozos de metal de desecho se pueden reciclar, de modo que este proceso de gestión de chatarra contribuye al cuidado del medioambiente. Pero, ¿qué beneficios genera el tratamiento de la chatarra en la naturaleza?
Disminuir la acumulación de chatarra
Probablemente, esta es una de las grandes ventajas de reciclar chatarra, puesto que gracias al trabajo que realizan las plantas de tratamiento, la acumulación de chatarra puede reducirse de manera considerable. Este proceso incluye diferentes fases como la clasificación, la recogida y la recuperación de piezas de chatarra, por lo que evita que estos desechos acaben formando parte de las montañas de los vertederos.
Reducir la contaminación
El reciclaje de chatarra ayuda a disminuir la contaminación del aire y del agua, ya que la acumulación de grandes volúmenes de chatarra genera más emisiones de CO2, las cuales terminan en la atmósfera. Por ello, cuanto más volumen de chatarra se recicla, más se reducen las emisiones de CO2. Como dato, en los últimos tiempos, el acero se ha convertido en el material férrico más reciclado del mundo.
Preservar la naturaleza y ahorrar energía
Según la información facilitada por PNUMA -Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente-, cada extracción de metal consume el 7% de la energía que favorece al calentamiento global. Se puede decir por tanto, que la chatarra reciclada colabora en la preservación de los recursos naturales. Además, en el reciclaje de los metales se invierte mucha menos energía que en su extracción.
Desarrollar una industria sostenible
Por último, es importante destacar la evolución del tratamiento de chatarras, ya que poco a poco, este sector está creciendo por todo el mundo. Una industria sostenible que se aleja totalmente de la contaminación, por lo que cada vez más países invierten en el reciclaje de chatarra. Según indica el Observatorio Sectorial DBK, en España se reciclaron 20 millones de toneladas de residuos sólidos en el año 2017.