Ignacio Osuna Gómez, médico de profesión, está considerado como uno de los ecijanos contemporáneos más importantes, según se recoge en su biografía que se presentó en noviembre de 2013 y con la que cual se iniciaba oficialmente un proceso que persigue conseguir la canonización de este ecijano.
Después de seis años en los que el proyecto ha permanecido parado o al menos no se han dado a conocer los pasos que se han ido dando, para el miércoles 25 de septiembre en la Iglesia de San Francisco se ha convocado un acto litúrgico, consistente en un misa de difusión, en la que se presentará el proceso a seguir.
En torno a este asunto se ha creado la Comisión de Beatificación del ecijano Ignacio Osuna, desde donde señalan que “Su olor a santidad fue patente y reconocible por todos los que lo conocieron y apreciaron su bondad, tanto en nuestra ciudad como en aquellos lugares donde trabajó ejerciendo su profesión de médico y su vocación de ayuda a los necesitados”.
En la biografía que se presentó en 2013 y que congregó a un gran número de personas en el Palacio de Benamejí, se habla con rigor histórico y cuidada documentación, su gran labor profesional como médico en la localidad cordobesa de Fuente Obejuna, a lo que la comisión añade otros periodos de su vida “desde su mas tierna infancia, Ignacio ya destacaba y mostraba su inclinación y vocación al servicio de los demás, orientando sus conocimientos para ayudar y sanar tanto el alma como el cuerpo. Así lo demuestran sus escritos, sus libros, sus vivencias y un derroche de humanidad que alcanzaba a todos los que le rodeaban”.
De la vida de Ignacio Osuna también destaca su vinculación cofrade, hermano fundador de la Hermandad de Jesús sin Soga en la que desempeñó un trabajo que dejó huella en aquellos que lo compartieron con él “compartíamos vivencias únicas en las que nos repartía mucho cariño, persona buena y generosa que conquistaba a cuantos le conocían. Los enfermos a los que visitábamos y los ancianos del hospital lo adoraban y aunque todavía no era médico, los aliviaba con sus palabras e incluso algunas abuelas le decían: cuando te veo se me quitan los dolores, no dejes de venir a vernos. De todos los que íbamos en grupo a aquellas visitas, siempre era él el más esperado y con el que gustaban conversar”.
Desde la comisión destacan que a lo largo de su vida, Ignacio Osuna hizo méritos para que ahora se pida para él su beatificación “por sus muchas intervenciones y manifestaciones de los que le conocieron, ha sido considerado digno de este proceso”, por lo que hacen un llamamiento a la ciudadanía para que acudan a conocer más en profundidad la vida y obra de este ecijano.