La localidad de Cañada Rosal cuenta con un importante número de tradiciones. Quizás la más conocida sea la de los huevos de Pascua, pero existen otras que, aunque con una trayectoria quizás más corta, pero que se está haciendo un hueco entre las citas identifican a esta población. Es el caso de los farolillos de melón.
Cuando gran parte del mundo se ha dejado conquistar por la image que Estados Unidos ha exportado de la noche de Halloween, con elementos tan característicos como las calabazas en las que se introduce una vela para alumbrar, en Cañada Rosal optan por los melones y hacen con ellos faroles.
El Ayuntamiento de Cañada Rosal ha abierto el plazo de inscripción de la que será la IV Fiesta de los Farolillos de Melón, con la que se recupera una tradición que data de los años sesenta, cuando los mayores de la localidad, aprovechando los frutos tardíos, realizaban farolillos con los pequeños melones del huerto para los niños.
Aquellos niños son ahora los mayores que recuperan estas costumbres que a ellos les hacían sus abuelos y padres, y ahora ellos a su vez se lo hacen a sus hijos y nietos «hacían estos farolillos para entretener a los más pequeños de la casas, que sacaban al anochecer sus farolillos e iluminaban las calles del pueblo».
Es por tanto una tradición de mayores y pequeños, los cuales participan de la tarde-noche de Halloween.
Taller
Las personas que quieran participar en esta actividad se pueden inscribir hasta el 23 de octubre en la Residencia de Mayores San Joaquín y Santa Ana, y el 30 de octubre se realizarán los farolillos en horarios de tarde.
Los meloncillos que se decoran siguen el modelo de los colonos que llegaron al pueblo fundado a mediados del XVIII.
En el ‘Taller de la abuela Santa Ana’ par9cipan muchas mujeres con más de 65 años, encargadas de recuperar y mostrar las an9guas costumbres a la juventud y la infancia actuales.