De todas las visitas reales que ha tenido Écija a lo largo de la historia, sin duda una de las más conocidas –junto con la de Alfonso XIII por su proximidad en el tiempo- es la de la reina Isabel I de Castilla, quien junto con su marido, Fernando I de Aragón, han pasado a la historia como los Reyes Católicos.
La estancia de la reina Isabel I en Écija no fue una simple visita, la ciudad fue su lugar de residencia durante varios periodos entre los años 1487 y 1490, quizás este sea uno de los motivos –junto con la importancia histórica del personaje- por lo que la presencia de Isabel I de Castilla está más presente en el imaginario colectivo.
En el periodo de tiempo en el que se tiene constancia de que la reina residía en Écija había sido conquistada la parte occidental del reino nazarí de Granada por los castellano-aragoneses y comenzó la conquista de la zona oriental. Écija era entonces frontera entre ambos reinos y mientras que Fernando I de Aragón intentaba terminar con el último reducto musulmán en la península, la reina Isabel se instaló en la localidad astigitana.
Écija le había demostrado fidelidad a Isabel en las disputas por la corona de Castilla con Juana de Castilla “la Beltraneja”, algo que supuso a la ciudad una Real Provisión de los Reyes Católicos, del 20 de abril de 1475, que la declaraba de forma perpetua villa de realengo “con motivo del juramento de fidelidad prestado a la Corona, los monarcas, en señal de agradecimiento le prometen no convertirla nunca en tierra de señorío, disipando así el temor surgido en Écija a raíz del frustrado intento de enajenarla en 1401 por parte de Enrique III; igualmente, los monarcas refrendan el documento con sus firmas”, esto suponía que la villa nunca podría ser vendida a un señor y en caso de ser así, este privilegio revertiría inmediatamente la posesión de nuevo a la corona.
Durante su estancia en Écija el lugar donde residió fue el convento de Santa Inés del Valle, donde disponía de su propia celda –aún existente aunque en un estado ruinoso-. Convivía con las religiosas “durante aquel tiempo vivió tan familiarmente con estas religiosas, que las acompañaba a todos los actos de comunidad y hasta comía con estas”, recogía el libro “Bosquejos históricos de la Muy Noble y Leal Ciudad de Écija” de Manuel Varela y Antonio Tamarit Martel publicado a finales del XIX.
Tan noble huésped reportó al convento importantes donaciones. Según recoge el Catálogo Arqueológico y Artístico de José Hernández Díaz, Antonio Sancho Corbacho y Francisco Collante de Terán, la reina “sufragó cuantiosas limosnas con las cuales se costeó la sillería del coro, se hicieron libros corales, se trajo el agua al convento, etc.” con esas donaciones. Probablemente una de las aportaciones más importante es el reconocimiento como “Real” al convento.
*Fuentes Consultadas
Archivo Histórico Municipal
Folleto – Catálogo de la Exposición Documental del Archivo Municipal de Écija, de Marina Martín Ortega Gerardo García León y Clemente Manuel López Jiménez.
Libro – Bosquejos históricos de la Muy Noble y Leal Ciudad de Écija, de Manuel Varela y Antonio Tamarit Martel
Libro – Catálogo Arqueológico y Artístico de José Hernández Díaz, Antonio Sancho Corbacho y Francisco Collante de Terán
José Enrique Caldero, Cronista Oficial de Écija
Artículos de la serie histórica:
Carlos I y V de Alemania – 1526
Isabel I de Castilla “La Católica” – 1487-1490