Esta es la historia de José Luis Vega y Rosario Ruiz, un matrimonio de ecijanos que han alcanzado los cien años de edad cada uno de ellos. En realidad Rosario aún no ha llegado a las tres cifras, lo hará el próximo 30 de mayo. Por su parte, José Luis ya los cumplió el pasado 18 de mayo. De sus cien años de vida, 64 lo han pasado juntos como marido y mujer, aunque se conocen desde hace un siglo.
José Luis y Rosario son un ejemplo de tantos ecijanos que en la segunda mitad del siglo pasado se vieron obligados, por motivos laborales, a dejar atrás Écija y marcharse hasta Cataluña, concretamente hasta la localidad de Vila-Seca, donde residen desde 1971.
En esta pareja se hace realidad aquello de “toda una vida” ya que se conocen desde que eran bebés, pues son primos hermanos. Durante este siglo, solo han estado separados durante tres años, el tiempo en el que José Luis estuvo en la Guerra Civil, algo que tampoco consiguió separarlos. Se casaron en 1954, con 39 años, un año después tuvieron su primer y único hijo.
La vida no ha sido fácil para ellos: trabajos en el campo, en el cuidado de animales o en la construcción, pero según cuentan en una entrevista en diaridetarragona.com estos días, nunca ha faltado el respeto entre uno y el otro y ser felices.
Llegados a este punto se hace necesario preguntarse ¿dónde reside el secreto?, y la respuesta no parece fácil. No reside en un estricto control alimenticio pues reconocen que comen de todo, en especial comida caseras con todos sus ingredientes porque el colesterol no aparece en sus analíticas. A esto habría que sumar la práctica deportiva, concretamente la petanca, algo que han practicado los dos hasta hace unos años, pero todo parece indicar que el secreto de la longevidad podría estar en la felicidad, como la que desprenden estos dos ecijanos que juntos suman 200 años.
El próximo domingo se va a celebrar el cumpleaños de Rosario de una forma especial. Además de la reunión familiar, el Ayuntamiento de Vila-Seca les hará entrega de una felicitación oficial de parte del pueblo que les ha acogido buena parte de su vida, una vida que ya dura un siglo.