Se trata de dos trajes cuya fecha de confección se puede datar a finales del siglo XVIII o comienzos del siglo XIX. Forman parte del patrimonio local de Écija, y simbolizan el poder municipal, siendo portados por los maceros en actos de relevancia. Aunque se han venido usando hasta hace unos años, la intención de llevar a cabo en ellos un proceso de restauración se remonta a varias décadas.
La limpieza y arreglo de los trajes lo ha llevado a cabo el taller del bordador ecijano Jesús Rosado, quien en un tiempo de aproximadamente un mes y medio ha recuperado el esplendor de estas piezas que, como él mismo señalaba «es una indumentaria muy peculiar si hacemos una comparación con los ropones maceros que hay en la geografía española». Rosado ha destacado que se trata de unos trajes que «tienen unas reminiscencias muy francesas, está basado en un antiguo alguacil del siglo XVIII».
Estado
El estado que presentaban las piezas Rosado la ha calificado como «ruinoso», y ha destacado que presentaba mucha suciedad, oxidación por hongos y el forro «era inasumible el uso por cuestión higiénica», por lo que ha sido sustituido en su totalidad.
Al mismo tiempo ha señalado la calidad del material que se utilizó para su confección, el cual ha aguantado las técnicas de limpieza. El tejido base, un terciopelo de algodón, se conserva en buenas condiciones.
Los trabajos han supuesto la sustitución del forro por uno nuevo, la recuperación de las borlas doradas y bordados, así como del encaje de Valencienne que lo ornamenta, que también ha sido sustituido por uno muy similar. Los tocados de los maceros se han recuperado, sustituyendo la decoración y reponiendo las plumas de avestruz de origen italiano. Al mismo tiempo se han recuperado las propias mazas, procediendo a su arreglo y limpiado.
Jesús Rosado ha querido agradecer al actual Gobierno Local la decisión de acometer la recuperación de estos trajes, algo que ya intentó en su momento Fernando Luna y que fue durante mucho tiempo un empeño de Manuel Tirado.
Bajo maza
La recuperación de los trajes va a coincidir con la salida procesional de patrona de Écija, la Virgen del Valle, momento en el que se presentará acompañando a la Corporación Municipal que saldrá bajo mazas desde el Ayuntamiento hacia la iglesia de Santa Cruz, recuperando de este modo la tradición «anunciarle a la ciudadanía que volveremos a salir bajo maza después de ocho años, han sido ocho años en los que se ha perdido una de las tradiciones más antigua que tenía la ciudad», como avanzaba la Alcaldesa de Écija, Silvia Heredia.
A partir de ahora, según ha señalado la alcaldesa, en todos los actos que se precise que la Corporación Municipal salga bajo maza, y para ello se van a dar los pasos para firmar un convenio con las hermandades de la ciudad, para que sean miembros de estas los que porte los trajes de maceros. En esta primera ocasión será la Hermandad de San Gil.
En este sentido, Jesús Rosado se ha pronunciado congratulándose de la recuperación de una tradición y de piezas que forman parte del patrimonio local.