Cientos de personas se han dado cita en las calles del centro de Écija con motivo de la festividad del Corpus Christi, para presenciar la procesión y los altares instalados en distintos puntos de la ciudad; todo ello con el acompañamiento del tradicional olor a romero que este día se respira por las callejuelas ecijanas.
La coincidencia este año de la celebración del IV Centenario del Voto Concepcionista de Écija, ha provocado que una gran mayoría de la veintena de los altares que se han instalado en la ciudad, hayan estado presididos por imágenes marianas, que llegaban a los puntos designados en la tarde-noche del sábado, siendo trasladadas desde distintos templos de la ciudad.
Pasada las diez de la mañana, y tras la celebración de la solemne eucaristía en la parroquia mayor de Santa Cruz, el paso que porta el Corpus Chisti salía a las calles de Écija acompañado por representantes de las hermandades y cofradías de Écija, autoridades civiles y militares, así como, los miembros de la Corporación municipal, y todo aquel ciudadano que lo ha querido acompañar.
Realizando un recorrido que ha llevado a la comitiva a visitar los distintos altares, pasadas las 12.00 horas volvía al templo, era esa el momento en el que los distintos pasos con imágenes marianas se ponían en marcha para en procesión dirigirse hasta la iglesia de Santiago.
Desde la calle Sevilla y Santa Florentina se trasladaban al punto de encuentro, la Plaza de España “El Salón”, los pasos de Nuestra Señora del Socorro, de la Hermandad de “El Silencio” y María Auxiliadora de la archicofradía ecijana, respectivamente. En el Hospitalito se encontraba la imagen de Nuestra Señora de la Merced, de la Hermandad de la Piedad, y el resto, hasta once, en calles y rincones en las inmediaciones de “El Salón”.
Todas las imágenes se han dirigido, una tras otra en procesión, hasta la iglesia de Santiago donde permanecerán hasta el 20 de junio, momento en el que finalicen las Jornadas Marianas. Las imágenes permanecerán en sus correspondientes pasos expuestas a lo largo de la nave del templo convirtiendo la ocasión en única ya que todas las piezas tienen un gran valor histórico-artístico, y varias de ellas nunca han salido de sus altares.
La ocasión ha despertado el interés de la gran parte de la ciudadanía, y muchos visitantes que se daban cita a lo largo de la mañana en la ciudad, han podido presenciar un momento histórico, que ha sido un anticipo de lo que será la procesión Magna Mariana del 11 de octubre.