Los bomberos del parque de Écija, que la semana pasada se desplazaban hasta Haití, para colaborar en las labores de búsqueda y rescate de personas tras el terremoto que ha azotado este país caribeño, han regresado a casa después de considerar que esta era la mejor decisión, principalmente tras comprobar que su trabajo, especializado en la búsqueda con perros de personas con vida, lamentablemente ya no es necesaria por las casi inexistentes posibilidades de encontrar a alguien con vida entre los restos.
Tras su llegada, los bomberos ecijanos han contado su experiencia en el lugar del desastre, y las dificultades que han encontrado para desarrollar con normalidad su trabajo. De este modo el primer escollo lo encontraban a su llegada a la Republica Dominicana, donde un miembro de la ONU les comunicaba la imposibilidad de facilitarles la entrada en Haití. Tras la decepción inicial, y haciendo oídos sordos, con un taxi se desplazaron hasta la frontera, donde consiguieron entrar en el país.
Una vez allí comenzaron su trabajo de búsqueda, el cual se vio interrumpido, según cuenta uno de los bomberos “cuando vimos que comenzaban a acercarse personas armadas con palos” algo que les impidió seguir con su trabajo y hizo plantearse el desplazarse hasta otros puntos del país, donde también se estuviera trabajando, pero que contara con unas ciertas garantías de seguridad a través de las fuerzas internacionales desplazadas.
Desgraciadamente los trabajos de estos dos ecijanos no han sido fructíferos y durante el tiempo que han estado en Haití, no han conseguido localizar a nadie con vida, algo que ellos achacan, principalmente a “no haber podido llegar antes”, ya que el confían plenamente en su sistema de búsqueda con perros.
Tras varios días de trabajo, y ser informados de que el rastreo con perros quedaba suspendido por las escasas posibilidades de encontrar a alguien con vida, estos profesionales ecijanos tomaban la decisión de volver, una decisión que como ellos mismo han reconocido, también ha estado motivada por la necesidad de garantizar su propia seguridad.
Javier Luque y José Rodríguez, que así se llaman, han sido recibido por el alcalde de la ciudad, Juan Wic, en la alcaldía, y posteriormente, en declaraciones en la televisión municipal, han reconocido que si tuvieran que volver, lo harían.