El Gobierno local plantea llevar a la próxima sesión plenaria, una propuesta para modificar la ordenanza de Protección y Tenencia Animal, con el fin de elaborar un censo canino más exhaustivo a través de un registro de ADN, algo que permitirá localizar al propietario del animal en caso de perdida, abandono o controlar una de las principales quejas de los vecinos, la falta de civismo de algunos propietarios de perros que no retiran los excrementos de sus animales de los espacios públicos.
El control de ADN se presenta como una de las medidas más eficaces para conocer quien es el responsable del animal. Para ello se tendrá que llevar a cabo un registro previo y obligado de los animales, en este sentido el delegado de Gestión del Espacio Urbano, Sergio Gómez, ha detallado que se hace necesario contar con la colaboración de las clínicas veterinarias y de la ciudadanía.
Con esta medida, una vez se ponga en marcha, el propietario de un perro debería de llevar a su animal a una clínica veterinaria de la ciudad; se le tomaría una muestra de sangre y se registraría en una base de datos a la cual tendrá acceso, además de los profesionales veterinarios, la Policía Local. El coste de esta prueba, en principio, deberá ser soportado por el propietario, aunque desde el ayuntamiento se están buscando medidas para ayudar principalmente a las familias con menos recursos.
Pasado un tiempo de transición, el animal que no haya sido registrado, el propietario podrá ser sancionado, al igual que aquellos cuyos animales se encuentren abandonados o que hayan sido sufrido o causado un accidente o agresión.
Con este medida también se podrá contralar unos de los principales quejas ciudadanas: la falta de civismo de propietarios de perros que no recogen los excrementos de sus perros. En este sentido el registro de ADN podrá permitir localizar al propietario de un animal tomando una muestra de heces.
Sergio Gómez ha insistido en que “no se trata de una medida recaudatoria” solo se persigue que se pueda compaginar el derecho de las personas a tener un perro, con el bienestar del resto de ciudadanos.
Ahora el Gobierno local llevará la propuesta de modificación de las ordenanzas al pleno, en este aspecto esperan contar con el apoyo del resto de grupos al tratarse de un problema que afecta en gran medida a la ciudadanía. Si se sigue adelante, se modificará dicha ordenanza –la cual se está redactando- y tendrá que ser aprobada. A partir de este momento se articulara un “modus operandi” con las clínicas para llevar a cabo el censo, y para finalizar se pondrá en marcha una campaña de concienciación, abundando en la necesidad de regularizar la identificación de los perros con un control de ADN.
Medidas de esta tipo ya se han puesto en marcha en un gran número de municipios, y según los datos que manejan desde el Gobierno local, a las pocas semanas de ponerse en funcionamiento se han apreciado significativamente los resultados, principalmente en la disminución de excrementos caninos en los espacios públicos.