Los once niños saharauis que desde el pasado mes de junio conviven con sus familias ecijanas, han sido recibidos por el Alcalde de Écija, Ricardo Gil-Toresano, en un acto que es ya una tradición como recepción oficial de la ciudad cuando las conocidas como “Vacaciones en Paz” llegan a su fin.
Los niños y sus familias de acogida han acudido al Palacio de Benamejí este jueves junto con miembros de la asociación “Amistad con el Pueblo Saharaui”, desde donde se ha recordado que se cumplen ya 17 años desde que se comenzará esta iniciativa, tiempo durante el cual la situación que vive el pueblo saharaui no ha cambiando, mal viviendo sin las mínimas condiciones necesarias para una vida digna.
Aprovechando la presencia del alcalde, desde la asociación se ha hecho referencia a la falta de ayudas municipales desde 2012 que permitan que más niños puedan disfrutar de unos días de vacaciones en Écija, algo que Gil-Toresano ha reconocido y que le ha llevado a comprometerse en reactivar las ayudas en el momento que sea posible. En esta ocasión han sido once los niños que se han desplazado hasta Écija –tres más en la comarca-, pero desde la asociación no se pierde la esperanza de aumentar el número en los próximos años.
En su intervención, el alcalde ha expresado su deseo de que el motivo de la visita de estos niños fuese otro “ojalá que no tuvierais que venir por estos motivos”, y al mismo tiempo ha agradecido en nombre de la ciudad el trabajo y el cariño de las familias acogedoras, de las cuales reconoce sentirse orgulloso.
Este tradicional acto es uno de los últimos que realizan antes de volver de nuevo al desierto, algo que ocurrirá durante la próxima semana.
Los niños saharauis llegaban a Écija a comienzos de junio y durante este tiempo, además de convivir con sus familias acogedoras, han realizado un gran número de actividades de manera individual y en grupo.