El que fuera uno de los proyectos de Manuel Ostos Ostos, cronista oficial de la ciudad a comienzos del siglo XX, ha visto la luz en 2011 de la mano de otro estudioso de los temas ecijanos, el escritor Ramón Freire.
Se trata de “El Cronicón Ecijano”, una recopilación de crónicas sobre noticias y hechos acaecidos en la ciudad y en el mundo, ocupando un periodo de tiempo entre principios del siglo XVI hasta el primer tercio del siglo XIX, gracias al trabajo que inició Pedro de Morales Agudo, un hortelano ecijano que se hizo sacerdote en el siglo XVI. Estos documentos llegaron a manos de Manuel Ostos Ostos quien falleció antes de verlos publicado en 1914. Ahora, casi un siglo después, Ramón Freire ha conseguido concluir el proyecto del que fuera cronista oficial de Écija.
Esta publicación ha sido prologada por Francisco Fernández-Pro Ledesma, quien ha destacado de él en la presentación del mismo, que es un trabajo “sorprendente” cuyo único objetivo desde sus inicios ha sido “informar”. Fernández- Pro también aprovechaba para ensalzar el trabajo de los investigadores locales como Freire.
Por su parte Ramón Freire ha contado como tuvo conocimiento de la existencia de este documento y cuál fue el proceso que siguió para conseguirlo y verificar los hechos que en él se reflejan, algo que le ha ocupado los últimos diez años.
Freire ha ampliado el proyecto de Manuel Ostos con nuevos documentos y con la que se puede considerar como la segunda parte del cronicón, con lo que ha conseguido un completo y valioso documento que recoge gran parte de la historia de Écija de los últimos siglos.
Este manuscrito, que lleva por título “El Cronicón Ecijano” como homenaje al que fuera cronista de la ciudad Manuel Ostos y Ostos, quien ya lo título de este modo a inicios del siglo XX, recoge el trabajo iniciado por Pedro de Morales Agudo, un hortelano ecijano que se hizo sacerdote en el siglo XVI y que fue recogiendo noticias, hechos y sucesos que se produjeron en Écija principalmente, pero también haciéndose eco de algunos ocurridos en España y el mundo.
Morales Agudo recoge en sus notas acontecimientos como un terremoto que se percibió en la ciudad el 13 de noviembre de 1594, y que el protagonista notó mientras asistía a “un sermón que predicaba en el Convento de la Victoria el Padre Fray Manuel Lobos” según sus notas.
La tarea de Pedro de Morales Agudo la continuó tras su muerte el Licenciado Burgos, beneficiado de la Parroquia de Santa María, quien escribiera de Morales Agudo que “murió siendo sacerdote y que en vida fue buen cristiano y hombre de muy claro ingenio”.
Fueron varios los encargados de seguir la labor iniciada por Pedro de Morales Agudo, y de esta forma se prolongó hasta 1731, cuando el sacerdote Francisco Duarte de la Escalera, que ejercía en la Parroquia Mayor de Santa Cruz, hizo una copia y se encargó de continuarlas y finalizarlas. En la portada de dicho manuscrito se puede leer como título “Libro donde se apuntan las noticias particulares y varios acontecimientos del tiempo en que se hallarán, funciones generales hechas en esta Iglesia Mayor de Santa Cruz de esta ciudad de Écija”.
El prologo de este trabajo al que Ramón Freire ha dedicado más de diez años en recopilar y verificar informaciones, está realizado por el ecijano y académico, Francisco Fernández-Pro Ledesma, y su portada ha sido diseñada por Ramón J. Freire Santa Cruz, profesor en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, e hijo del escritor ecijano.