-¡Vecina que ha llegado el otoño! ¡Te habrás dado cuenta! Empezó un día más una conversación que seguro nos derivaría en otros derroteros.
-Pues sí ahora toca estufita, libro, artículos que atender, noticias…Dije mirándola sin pestañear.
-De noticias no me hable que cada día estoy más descompuesta, ya van más de cuarenta mujeres muertas en lo que va de año a manos de desgraciados que vamos ¡vive tú vida y deja vivir, narices! Dijo indignadísima mi vecina del quinto.
Conmemoramos el 25 de noviembre, Día Contra la Violencia hacía las mujeres. Se nos hace cuesta arriba el ver datos que comparamos año tras año. Menos victimas que el pasado año por estas mismas fechas, ¡oye! y nos sentimos mejor, pero ahí sigue el dato, sigue siendo noticia cuando no debiera de serlo.
Estamos más concienciados, hay más denuncias, más información. El 016 funciona muy bien y los brazos instrumentales (para acabar con esta sin razón) trabajan a destajo por la causa, luchan contra esta lacra que ahora la ponemos de portada en toda la prensa. Un hecho sin lugar a dudas que prefiero no ponerle calificativo que ha sido, fue, es y esperemos que algún día deje de ser noticia. Y es que la violencia de género, domestica…ha existido siempre.
Lejos de hacer comparaciones “horribilis” recuerdo la película “Gilda”, fantásticos Glenn Ford en el papel de Johnny Farrell y Rita Hayworth en el de Gilda. Siempre me gustó la canción “Put the Blame on Mame” (“Échale la culpa a Mame”. La letra dice que Mame fue la culpable del gran incendio de Chicago de 1871, de la tormenta de nieve de Nueva York de 1888, del terremoto de San Francisco de 1906 y de la muerte de Dan McGrew, personaje imaginario de un poema de Robert W. Service…).Y digo lejos de hacer comparaciones, pero curioso porque en la “peli”, Rita-Gilda se quita sensualmente un guante, una escena que fue toda una sensación en los años 40 (1946) y que provocó que el filme se prohibiera en varios países, entre ellos el nuestro («Oh My God»). En la película tras el supuesto striptease (“de guante”) se produjo un momento que se catalogó como de “célebre”. El protagonista masculino, es decir, Glen Ford, abofetea a Gilda, tras haberle zurrado ésta previamente a él.¡ Madre del Amor Hermoso!, la que se lió el día que Gilda se quitó el guante.
Pues todo esto viene a que la película, que me parece genial, provocó desasosiego moral por un “pseudo-striptease” (¡incomparable!) y no por la celebérrima bofetada. ¡No entiendo, o sí, esa dualidad para medir las situaciones que vegetamos! ¿Eran otros tiempos? ¿Extrapolables a los de ahora? ¿Si, no? Es cierto que no se asemeja, esa ficción, en nada a la realidad que vivimos de maltrato hacía la mujer, no sería justo, y en esa búsqueda de justicia tendríamos que serlo con la cantidad de mujeres que fueron víctimas de violencia de género ayer igual que hoy y por no disponer de medios acallaron su dolor por los siglos de los siglos.
El 25 de noviembre es de todos los que se sienten cerca de una realidad difícil, dura y hoy sí se puede decir que con medios para salir de ella.
-Qué razón tienes vecina, casos hay cientos. Y a cual más incomprensible. Señaló la fiel apuntadora.
-Me encantó siempre el vestido, con el lazo grande anudado en la cadera. Hermosa ella, “la Rita”. Dije después del sermón vecinal.
Hoy igual que ayer y anteayer me voy con un agridulce sabor, no sé si esto acabará algún día. (Sí lees esto y quieres dejar de estar donde estás ya sabes que puedes hacerlo, no lo dudes).
Me voy a por un vaso de agua, es lo único que me apetece hoy aunque lo hago a lo Hayworth con “Put the Blame on Mame” (que por cierto Rita escenifica en la película en playback, la voz la puso la canadiense Anita Ellis). Na,na,na.na,naaaaa,na….Cantando, cantando vecina, como lo oye y eso que el patio no está para tanto “lerele”. Pero ya se sabe -y el pueblo lo ratifica-: “cuando el españolito canta o está enfadado o poco le falta”.
María del Valle Pardal Castilla