Tras la lectura por parte del Secretario del Consejo de Hermandades y Cofradías de Écija, Romualdo Dugo, de un pergamino que rezaba “… en la Sesión Ordinaria del Pleno de este Consejo, celebrada el pasado día 1 de noviembre de 2009… a propuesta de la Presidencia, se acordó por unanimidad… designar al Sr. D. Manuel Fernández Romero, Pregonero Oficial de la Semana Santa Ecijana Año 2010, por sus cualidades cofrades y conocimiento de nuestra s Semana Mayor” el ya nuevo pregonero, aceptaba, emocionado, tan honroso honor que le brindará la oportunidad de pregonar su sentir por la Semana Santa Ecijana.
El acto, que como es costumbre se desarrolló en la vivienda particular del homenajeado, congregó en esta a familiares, amigos y miembros del Consejo, el Arcipreste de la ciudad, D. Luís Rebolo, la Delegada de Coordinación y Presidencia del Ayuntamiento de Écija, Yolanda Díez y el pregonero de la última Semana Santa, José Manuel García.
Antes de dar lectura al pergamino que designaría a “Manué” como el próximo pregonero, este recibió una llamada del alcalde de la ciudad, Juan Wic, quien se excusaba por no estar presente en tan destacado acto, por un asunto personal que lo mantenía lejos de la ciudad.
Tras ser nombrado oficialmente, el Arcipreste de la ciudad, Luís Rebolo, destacaba, no solo el buen hacer como pregonero de Manuel, sino su personalidad y su implicación por los problemas sociales y muy especialmente por los más necesitados. Posteriormente tomó la palabra José Manuel García, pregonero del 2009, quien, desde la experiencia, le dio algunos consejos para la elaboración y exposición de su pregón.
Los momentos más emotivos se vivieron con las palabras del ya nuevo pregonero, quien aseguró que no estará solo durante el pregón “junto a mi abra un enorme baúl, lleno de corazones” haciendo referencia a la personas que le gustaría que le acompañase en ese momento, de entra las cuales destaco muy especialmente a una, a su padre. Manuel Fernández, también destacó que es para él un honor pregonar la Semana Santa y de este modo “hablar de Dios” por un día, y avanzó que “cada uno tenemos nuestro pregón, y este será el pregón de Manué”
