Hasta los 23,5 millones de euros se elevan las perdidas producidas por las seis inundaciones que durante el mes de diciembre azotaron Écija, según la cuantificación global de los técnicos municipales.
En declaraciones a Europa Press, el alcalde astigitano, Juan Wic, ha señalado que esta estimación económica comprendería «todo», en un abanico que va desde los perjuicios en la agricultura y los caminos rurales hasta los daños a empresas, infraestructuras y particulares.
A mediados de diciembre, y cuando aún no se habían producido más inundaciones que la que provocó la histórica subida del cauce del río Genil durante el Puente de la Inmaculada, el Consistorio de la localidad ya cifró en unos 18 millones de euros los daños que se habían producido con motivo de la riada.
Ahora, y tras un periodo de tregua -tanto el domingo como el lunes el tiempo ha sido soleado en el municipio-, el Ayuntamiento, según ha explicado su alcalde, ya trabaja con el Consorcio de Seguros y la Junta de Andalucía para coordinar las ayudas y compensaciones económicas que procedan.
Por otro lado, Wic ha expuesto que «si el tiempo sigue como está» el Ayuntamiento podrá finalizar las obras del muro de contención en el arroyo Argamasilla a finales de esta semana, lo que permitiría «tranquilizar» a la población.
Puntos de control
En este sentido, las obras ya realizadas para la consolidación de un muro de control en la cabecera del arroyo que sirva para retener el agua y controlar su fuerza ya permiten cierta minimización de los efectos de posibles precipitaciones, según han expuesto a Europa Press fuentes del Ayuntamiento astigitano.
El objetivo principal de esta medida preventiva de urgencia y provisional es contener el agua del Argamasilla antes de llegar a la embocadura en la que entra soterrado por debajo de la ciudad y evitar así nuevos desbordamientos del arroyo. Este muro tendrá, una vez terminado, una capacidad de almacenamiento de aproximadamente 35.000 metros cúbicos, y sirve para controlar el caudal de entrada de agua, para que sólo se introduzca lo que el encauzamiento es capaz de evacuar al Genil.
Esta medida se ve reforzada con dos puntos más de control ya finalizados, una escollera en el ojo de la carretera de circunvalación, que también retiene el agua, y la propia embocadura del cauce soterrado del arroyo, donde se ha realizado una limpieza total de los residuos que trae el agua y donde se ha reconstruido la propia embocadura, pues estaba muy deteriorada tras las últimas inundaciones. Asimismo, una compuerta de control manual permite la entrada en mayor o menor medida del agua al cauce soterrado.
Paralelamente a los controles del caudal del Argamasilla para evitar inundaciones, que se realizan desde hace una semana, se está actuando directamente en la limpieza completa del cauce soterrado del arroyo, pues las partes que ya se habían limpiado antes de las lluvias vuelven a estar sucias tras las últimas precipitaciones y anegaciones.