Elfos, duendes, pingüinos y personajes de cuentos han hecho las delicias de pequeños y mayores como parte de la Cabalgata de Reyes Magos que este lunes, como cada 5 de enero, ha recorrido las calles de Écija.
En total han sido 25 las carrozas que han participado y desde la que se han arrojado 20.000 kilos de caramelos, otros tantos de balones de goma y una ampliar variedad de otros regalos, acompañado todo ello por papelillos, serpentinas y sobre todo mucha alegría.
Gigantes y cabezudos junto a personajes como la Abeja Maya, la familia Picapiedra o Charlie y su fábrica de chocolate, han precedido a las carrozas que portaban al personaje popular ecijano Tientapanzas, el Gran Visir, la Cartera Real y los principales protagonistas: Melchor, Gaspar y Baltasar.
La cabalgata ha tenido una duración de paso aproximada de entre 20 y 30 minutos, algo más lenta en el último tramo, pero los tiempos estimados se han cumplido, al igual que las recomendaciones de evitar lanzar caramelos y regalos en la calle Del Conde, debido a sus dimensiones, aunque muchas carrozas se han desquitado en su entrada a la Plaza de España «El Salón», donde han sido bastante generosos.
Como estaba previsto la cabalgata ha finalizado en las inmediaciones del Parque Infantil, donde se han dado por concluida las actividades navideñas.
Reseñable es la labor realizada por el servicio especial de limpieza que ha intentado en la medida de lo posible devolver la normalidad las calles tras el paso de la cabalgata, así como el dispositivo especial de seguridad (Policía Local, Policía Nacional, Bomberos, voluntarios de Protección Civil y servicios sanitarios) que han velado porque todo discurra con normalidad.
Visitas de protocolo en el tren turístico
Los Reyes Magos y los personajes populares ecijanos, junto con sus correspondientes cortejos, comenzaban la jornada a media mañana cuando iniciaban el protocolo establecido para este día tan especial. Lo primero, la visita al despacho del alcalde, donde han firmado en el libro de honor de la ciudad. Posteriormente, y con el tren turístico como medio de transporte, se han desplazado hasta la sede de Prodis, donde han entregado regalos a los usuarios que los esperaban en el patio. La siente parada ha sido para visitar un ilusionado niño de 98 años de edad, Manuel Soto que los esperaba en su domicilio.
Tras las primeras visitas algo de comer en un restaurante de la ciudad y, a continuación les esperaban en las residencias Vitalia y Madre, y posteriormente en el Hospital de Écija, desde donde se marchaba directamente a sus correspondientes carrozas porque muchos niños ecijanos ya estaban esperándolos en las calles de la ciudad.