Los trabajadores de la Empresa Municipal de Urbanismo (EMU) están hartos de servir continuamente como ejemplo y de ser el blanco de todas las criticas cuando se cuestiona la gestión de la administración local.
Los empleados han desarrollado una concentración a la puertas de las oficinas de Urbanismo, para poner de manifiesto que la labor de la EMU se centra en prestar servicios públicos, necesarios y obligatorios del ayuntamiento, servicios que por otro lado, aun siendo una empresa, no se cobran.
En este sentido desde el Comité de Empresa, José Bermudo, ha destacado que entra dentro de lo normal que la EMU no sea una empresa rentable “porque se prestan servicios del ayuntamiento y no facturamos nada, y las partidas que a la empresa se destinan siempre son insuficientes” por el volumen de trabajo que depende de ellos.
De la empresa de urbanismo dependen servicios como jardines, obras, viviendas sociales, la tramitación de licencias municipales y un largo etcétera, servicios todos estos públicos y cuyo coste solo se sostiene con dinero público provocando con ello los problemas económicos y por consiguiente la falta de rentabilidad de la empresa. Una vieja reivindicación del Comité de Empresa es que estos servicios comiencen a facturarse.
Esta falta de rentabilidad ha provocado que constantemente se ponga a la EMU como un ejemplo de mala gestión, algo que ya ha irritado a los trabajadores al considerar que se está cuestionando su trabajo “no tenemos culpa de la gestión que hacen de la empresa, hacemos nuestros trabajos lo mejor que podemos”, declara Bermudo.
En la concentración que se ha llevado a cabo este jueves a las puertas de las oficinas de Urbanismo en el barrio de la Alcarrachela, se han dado cita durante media hora la practica totalidad de la plantilla de la EMU que ha estado arropada por empleados de otras empresas municipales y patronatos.
