La tradición de hacer bromas en España el 28 de diciembre “Día de los Santos Inocentes”, nació en Écija durante el reinado de Felipe II, que duró desde 1556 a 1598. En algún momento de este periodo de tiempo, se tiene constancia que en Écija se celebraba, coincidiendo con este día, la llamada “Fiesta de los Locos”, la cual se llevaba a cabo en la zona de la Fuente de los Cristianos y consistía –según recoge Benito Más y Prat en uno de sus escritos- en una danza de trece personajes acompañados por músicos, que realizaban una cuestación para la Hermandad de las Animas.
En referencia a esta fiesta también se pronuncia García de Diego, de la que dice «En Ecija, Sevilla, se oyen desde hace siglos el tamboril y la gaita de los locos. Son doce, a los que hay que agregar una loca, que no es otra que ‘un robusto muchacho con zagalejo y chaquetilla, grandes pulseras y zarcillos de latón dorado… Los danzantes llevan sonajeras y castañuelas… Por la noche un banquete pone punto final a las 24 horas de locura’.
De esta tradición hoy en Écija no queda nada, a excepción de las tradiciones bromas que de un modo u otro se puedan realizar entre grupos de amigos y conocidos, como ocurre en el resto de España, donde también se comienza a perder la tradición de publicar una noticias “falsas” en medios de comunicación.