La misa con carácter ordinario celebrada este sábado en la Iglesia de Santa Ana en la que la imagen del Santísimo Cristo de la Yedra ha estado expuesta al culto, ha sido la última ocasión de contemplar la imagen antes de ser trasladada a Sevilla para su restauración.
La Hermandad de la Yedra acordaba en Cabildo General de Hermanos la retirada del culto de la imagen para que sea sometida a un proceso de restauración que se llevará a cabo en el estudio del ecijano Agustín Martín de Soto y Antonio Gamero, el cual se localiza en la calle Santa Ángela de la Cruz, de Sevilla.
El pasado 13 de agosto se presentaba en Cabildo Extraordinario un informe, con estudio radiológico incluido, en el que se ponía de manifiesto “el preocupante estado en el que se encuentra la sagrada imagen” lo que supone una actuación de carácter urgente de la misma “para evitar males mayores”, como recoge un comunicado de la hermandad.
En dicho cabildo se respondieron las preguntas de los asistentes y acto seguido se aprobó en Cabildo General de Hermanos, autorizar a la Junta de Gobierno iniciar los trámites necesarios para llevar a cabo la restauración, que ha supuesto entre otros, contar con la autorización de la Delegación de Patrimonio de la Archidiócesis de Sevilla, la cual ya se ha recibido.
El mismo informe en el que se basa esta decisión, señala la posibilidad de recuperar durante el proceso de restauración la policromía original de la imagen, la cual data del siglo XVII, algo que también ha contado con la aprobación unánime del Cabildo General de Hermanos, siempre que sea factible. Una vez llegado el momento de ejecutarla, también sería necesario informar de ello a la Delegación de Patrimonio de la Archidiócesis para contar con su aprobación.
Santísimo Cristo de la Yedra
La imagen del Santísimo Cristo de la Yedra es venerada en la Iglesia de Santa Ana, antiguo convento de la Orden Tercera Franciscana que se localiza en los límites del recinto amurallado de Écija, en el popular barrio del Puente.
Se trata de una imagen de autoría anónima, aunque se data en el siglo XVII y se atribuye a la Escuela de Martínez Montañés.
Esta no será la primera restauración que se lleve a cabo de la imagen. Según señala la propia hermandad, en 1963 fue restaurada por el escultor sevillano Francisco Buiza, y años más tarde, en 1993, sería el artista ecijano Rafael Amadeo Roja quien realizase trabajos de restauración en la imagen, concretamente en la cabeza donde presentaba una fisura y daños causados por insectos.