Los ecijanos se echaron a la calle en la luminosa mañana del Domingo de Ramos, para disfrutar de la primera de las cofradías que recorrerán durante estos ocho días de Semana Santa la ciudad: la Ilustre y Fervorosa Hermandad de la Entrada de Jesús en Jerusalén, Nuestro Padre Jesús Cautivo y Nuestra Madre y Señora de las Lágrimas.
El Domingo de Ramos fue una alegría manifiesta por las calles de Écija, sobre todo porque después de 10 años la carrera oficial volvía a pasar por la Plaza de España, El Salón, abarrotado de ecijanos deseosos de ver una estampa ya casi olvidada de la ciudad.
Al estupendo día que amaneció se le sumó la alegría de ver a los más pequeños procesionando por el centro de la ciudad.
Ya por la tarde, Nuestro Padre Jesús Cautivo, salió de la Parroquia de Santa María a las siete de la tarde, seguido de Nuestra Señora de las Lágrimas.
Esta Hermandad, fundada en 1955 consta de tres pasos: el que reproduce la imagen de Jesús entrando a Jerusalén, Nuestra Señora de las Lágrimas y Nuestro Padre Jesús Cautivo.
La Imagen de Jesús entrando triunfal en Jerusalén es obra del imaginero sevillano Álvarez Duarte, datada en 1974.
Por su parte, Jesús Cautivo, es una obra maestra del imaginero sevillano Cayetano González. La imagen viste una túnica blanca firmada por el bordador ecijano Jesús Rosado. Las potencias del Nazareno, de estilo neobarroco, estrenaron en 2006 un nuevo dorado.
El último paso que recorre Écija el Domingo de Ramos es Nuestra Señora de las Lágrimas, imagen de un autor anónimo del siglo XVIII. Procesiona en paso de palio bordado sobre terciopelo color burdeos, obra de José Luís Asencio Muñoz y en cuyo techo se aprecia una pintura oval de Rafael Amadeo Rojas. La orfebrería es obra de los talleres de los Hijos de Juan Fernández y el juego de jarras de Villareal.