Durante algo más de dos meses la fuente de la Plaza de Colón ha sido objeto de una restauración y rehabilitación que ha servido al mismo tiempo para iniciar una reordenación de la plaza que tendrá su reflejo principalmente en algunas zonas que habitualmente se utilizan para aparcamiento.
Los trabajos han devuelto el agua a la fuente y además se le ha dotado de una iluminación artística con un juego de distintos colores, el pequeño acerado que la rodeaba se ha ampliado y con ello se ha conseguido ampliar la curva de giro de la rotonda.
Durante el tiempo en el que se ha desarrollado los trabajos se han presentado una serie de problemas que no estaban contemplados en el proyecto inicial “problemas que han surgido en obra derivado de la antigua: conducciones de agua, la ubicación de arquetas de bombeo, la instalación eléctrica de suministro, el cuadro eléctrico que deriva de la red para suministro único de la fuente, todo estaba hecho una calamidad”, como señalaba el delegado de Gestión del Espacio Urbano, Sergio Gómez, quien al mismo tiempo se mostraba satisfecho por la recuperación de otros espacio emblemático de la ciudad “son de esas pequeñas intervenciones que vienen a engrandecer nuestras ciudad”.
La obra en torno a la fuente también tiene su repercusión en la gestión del tráfico de la zona, así como en los aparcamientos “vamos a intentar en lo posible que el aparcamiento se haga de manera ordenada y coordinadas, estamos en habla con Policía Local”.
La obra
La obra, que ha sido sufragada a través de los fondos europeos que oferta la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía gestionados por el Grupo de Desarrollo Rural Campiña Alcores, ha tenido un coste de unos 47.000 euros.
La fuente de la Plaza de Colón se construyó en 1937 y fue rehabilitada en 1987.