La alta probabilidad de lluvia que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) prevé para este martes, primer día de la Feria de Septiembre, ha llevado a la delegación de Fiestas y Tradiciones Populares a tomar la decisión de retrasar la colocación de los populares farolillos, para de este modo evitar que se estropeen por causa del agua.
Como se suele decir en estos casos “si el tiempo lo permite” los farolillos adornarán las calles del ferial a partir del miércoles, ya que está previsto que se coloquen durante la mañana.
Según la previsión de la AEMET, desde las primeras horas del martes se espera “un cambio brusco en la situación meteorológica que podría dar lugar a precipitaciones localmente fuertes y persistentes en la Península” lo que lleva a situar a Écija en aviso amarillo por lluvia y tormenta entre las 10.00 y las 17.00 horas, con rachas de viento que pueden alcanzar los 25 kilómetros hora. Este aviso es exclusivo para el martes ya que se prevé que la situación se comience a estabilizar entre la tarde y la noche del propio martes.
La lluvia va a impedir que la feria comience sin farolillos, pero no va a impedir el tradicional encendido que da inicio a cinco días de fiesta, como ha señalado la delegada de Fiestas, Verónica Alhama “la inauguraremos aún habiendo agua”, algo que se producirá a las 22.00 horas.
Durante los últimos días el volumen de trabajo para la instalación de alumbrado, atracciones y casetas se han incrementando considerablemente en el ferial, sumándose los trabajos de acondicionamiento y dotación de servicios que llevan a cabo los operarios municipales.
Quejas entre los caseteros
Aprovechando el fin de semana previo al comienzo de feria son muchos los propietarios de casetas que lo dedican para el montaje de las mismas, aunque este año, según los propios caseteros, se han encontrado más problemas que en ocasiones anteriores. Entre las quejas destacan la falta de corriente eléctrica para el montaje de las casetas, la falta de limpieza de las parcela que aún presentaban numerosos cristales, piedras y suciedad, o la imposibilidad de entrar al recinto ferial con vehículos pesados por estar cerrado los accesos a primera hora de la mañana del sábado. A todo esto le suman la ausencia de un responsable municipal a quien poder dirigirse durante buena parte del fin de semana.
