A comienzos del pasado mes de marzo el sindicato Comisiones Obrera denunciaba que Écija perderá el próximo curso dos unidades de 3 años en los centros educativos de la ciudad. En concreto estas reducción de unidades afectarán, en un principio, al Centro de Educacion Infantil y Primaria (CEIP) Pedro Garfias, que pasaría de dos a una, y otra en el CEIP Miguel de Cervantes, que dejaría a este colegio con dos unidades, de las tres de las que dispone actualmente.
Ante este escenario la dirección del colegio Pedro Garfias, así como la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), consideran que es necesario que el centro continúe con dos unidades de 3 años por varios motivos.
Por un lado confían en que las solicitudes para ingresar en el centro el próximo año alcancen e incluso puedan superar la cifra de 25 alumnos, que completan una unidad, pero además, según señala la directora Toñi Martín, el centro acoge un importante número de alumnos que se incorporan a lo largo del curso, lo que supone, en el caso de confirmarse que solo saldrán el próximo curso escolar con una unidad de 3 años, que no podrán atenderlos «esa unidad que nosotros tenemos sabemos que seguramente, a falta de publicación, se va a completar y no vamos a tener nada de espacio para posibles niños que puedan solicitar el cambio durante el curso escolar o niños que venga de otros centros que no hayan podido ser admitidos».
Bajar la ratio
Al mismo tiempo desde la dirección y la AMPA, consideran que la supresión de una unidad no es una solución y abogan por reducir la ratio de alumnos por aula que en estos momentos está en veinticinco «suprimiendo líneas no se consigue, al contrario, se consigue bajando la ratio de las clases, poniéndolo a 15 o 17 niños por clase y así darles una atención educativa que se merecen y que necesitan», como apuntaba Jasone Vega, presidenta de la AMPA.
En la misma línea se encuentra la directora del centro «es imprescindible que las ratios bajen para mejorar la calidad educativa y poder atender al alumnado con mejor calidad, con una mejor metodología o una mejor atención individualizada”, y considera que ahora es el momento para que los centros públicos, debido a la bajada de natalidad, apliquen medidas de este tipo.
Necesidades especiales
A la reducción de unidades y la ratio, desde el centro destacan un elemento más: el aumento del número alumnos con necesidades especiales y el reducido número de profesionales para atenderlos en las condiciones necesarias, algo que está repercutiendo en «la calidad educativa», apuntaba Jasone Vega, quien añadía un dato más «hay una lista de espera para poder diagnostícalos de casi dos años, por falta de personal»
Solo en el colegio Pedro Garfias, hay en este curso 45 alumnos con necesidades especificas de apoyo educativo, y el centro cuenta con un especialistas en Pedagogía Terapéutica (PT) y uno para Audición y Lenguaje (AL), aunque en este caso compartido con el Instituto de Enseñanza Secundaria «Nicolás Copernico».
Hasta la segunda quincena del mes de abril no se conocerán las listas en la que se reflejan el número de solicitudes por cada uno de los centros educativos.