El 31,1% de la población andaluza vive por debajo del umbral de la pobreza y un 5,5% en situación de pobreza extrema, según un informe presentado hoy por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).
La asociación, que ha presentado una campaña sobre la exclusión social que se basará en este documento, indicó además que catorce de los veinte municipios españoles más pobres son andaluces, y que en la comunidad autónoma hay unas 400.000 personas afectadas por la exclusión social, «uno de los más graves problemas de Andalucía», según recoge el informe.
El documento, que recopila datos elaborados por otras instituciones como el Instituto Nacional de Estadística o Cáritas, además de estudios propios, define la exclusión social como «la pérdida de capacidad para el ejercicio de la ciudadanía y de la participación, a lo que hay que añadir las carencias materiales».
La asociación apunta como principales causas de la exclusión a las leyes del mercado y «la acción o inacción del Estado», criticando la política social de la Administración andaluza y los ayuntamientos, que según apunta APDHA «necesitan un cambio radical y urgente».
El informe incide especialmente en la marginación que sufren los inmigrantes, los jóvenes, las mujeres y los ancianos, y también destaca el hecho de que cuatro quintas partes de los presos de las cárceles andaluzas proceden de barrios marginales.
Según APDHA, Cádiz es la provincia con la cifra más alta de personas excluidas, ya que el 9,4% de sus habitantes están afectados por la exclusión social, seguida de Sevilla, con el 6%, Huelva y Málaga con el 5%, el 4% en Córdoba y Almería y el 3,8% en Granada y Jaén.
APDHA advierte además de que las comarcas donde la exclusión social es más preocupante, con el 10% de los hogares afectados por ella, se sitúan también en las provincias de Cádiz y Sevilla: Lora, Écija, Lebrija, Los Palacios, Las Cabezas, Medina Sidonia, Pruna, Olvera, Villamartín, Arcos, Sanlúcar, El Puerto, Conil y Barbate.
En cuanto a la exclusión social en los núcleos urbanos, se concentra en barrios «que se convierten a la vez en refugio y en generadores de la exclusión», como los cascos antiguos de Cádiz, Jerez, Málaga y Arcos, que se unen a barrios de reciente creación donde hay un alto porcentaje de personas excluidas menores de 20 años, sobre todo en Granada, Córdoba, Sevilla y Almería.
