El Pleno del Ayuntamiento de Écija debatió anoche en sesión extraordinaria la aprobación provisional del nuevo PGOU de la ciudad, que se convertirá en el garante para el futuro de la ciudad y su desarrollo tanto urbanístico como socioeconómico. Tras el análisis y debate por los diferentes grupos municipales, el Pleno decidió dejar sobre la mesa la aprobación provisional del PGOU a petición del PA, que alegó falta de tiempo para su estudio.
El Documento de Aprobación Inicial de la Revisión del Plan General de Ordenación Urbanística de la ciudad se aprobó por el Pleno de la Corporación Municipal el pasado 13 de noviembre de 2006.
El 5 de diciembre de 2006 se publicó en el BOP de Sevilla dicha aprobación inicial y se inició oficialmente la información pública del documento para que se pudieran presentar alegaciones al mismo.
Posteriormente, se remitió el documento de Aprobación Inicial a la Delegación de la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía, así como al resto de Administraciones Públicas y entidades cuyos informes eran preceptivos.
El documento de Aprobación Inicial del PGOU de Écija se elaboró de acuerdo con la normativa urbanística vigente en ese momento. Con posterioridad a su aprobación por este Pleno, se aprobó por el Parlamento de Andalucía, el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía, el POTA, que extendió su vigencia a los documentos de planeamiento en tramitación como era el de Écija. El POTA establece que no deben preverse crecimientos de suelo urbanizable por encima del 40% del suelo urbano disponible, excluido el suelo industrial, así como incrementos de población por encima del 30% en ocho años. Otra de sus determinaciones más importantes es la que establece que no debe propiciarse la creación de núcleos de población aislados.
Una vez recabados todos los informes sectoriales, analizadas y contestadas las más de cien alegaciones presentadas y, tras un laborioso trabajo de adaptación al P.O.T.A., anoche se llevó a Pleno el documento que será la fotografía de la Écija de los próximos 12 años. Además, será la herramienta del desarrollo socioeconómico de la ciudad, cuya incidencia en el empleo y en el bienestar de los ecijanos serán muy positivas.
En cuanto a las grandes líneas del Plan General habría que resaltar las siguientes:
Los suelos residenciales se estructuran en torno al núcleo urbano en continuidad con el suelo consolidado y tratando de unir al mismo los núcleos aislados creados por el Plan General del 87, con lo que se crea una ciudad cohesionada y se evita la creación de nuevos núcleos de población aislados que pueden suponer un problema para el municipio al requerir de nuevas infraestructuras y servicios. Todos los sectores de suelo residencial reservan más de un 30% de viviendas para viviendas protegidas, a excepción de los sectores de suelo residencial cuya densidad de viviendas es inferior a 15 viviendas por hectárea, que se traslada a otros sectores. El Plan contempla suelo residencial para 6.061 viviendas, de las que 4.670 corresponderán a una primera fase, los 8 primeros años, y 1.391 viviendas en la segunda fase. El 30,36% de estas viviendas, serán viviendas protegidas.
En cuanto al suelo industrial, el Plan declara como urbanizables suelos cercanos al núcleo urbano con la intención de colmatar una serie de suelos urbanos industriales existentes. Por otro lado, se establecen dos grandes bolsas de suelo industrial que van a marcar los nuevos centros productivos del municipio y que van a poseer características de desarrollo diferenciadas puesto que atienden a dos demandas claramente distintas. Los sectores denominados Andalucía Central I y Andalucía Central II constituyen bolsas de suelo que, teniendo buen apoyo en la Autovía, están destinados a una industria endógena al municipio, con parcelas de pequeñas dimensiones que satisfagan la demanda que existe en la actualidad. Por otro lado, los sectores CITE Écija I y CITE Écija II, junto a la Autovía y a la carretera de Marchena, son creados para materializar un bolsa de suelo industrial destinada a la mediana y gran industria. Por otra parte, se clasifican dos suelos urbanizables ordenados, que se proyectan como ampliaciones de dos polígonos ya existentes, La Campiña y La Fuensanta, para generar una oferta de suelo industrial lo más rápida posible ya que tras la aprobación definitiva se podrá empezar a urbanizar y construir ahorrándose unos plazos importantes de tramitación en planeamiento.
En cuanto a las infraestructuras, en lo que se refiere a infraestructura viaria, el Plan plantea como actuación más importante para la mejora de la movilidad, la creación de una ronda exterior cuya finalidad es facilitar la accesibilidad al núcleo principal. Se apoya en la carretera de Palma del Río y el Puente de Hierro y el ensanche de la vía paralela a la Autovía y conecta con la antigua carretera N-IV a la altura del Consorcio de Aguas y la salida hacia Córdoba.
Plantea, asimismo, la terminación de la ronda interior, la creación de la ronda Sur, que cruza a la Carretera de Lucena a través de un puente sobre el río Genil, una nueva conexión a la Autovía desde la Carretera de Lucena, dos nuevos puentes sobre el Genil y conexiones con las rondas desde las nuevas áreas de crecimiento. Todas estas medidas adoptadas en el documento están consensuadas con un estudio de movilidad específico que se está elaborando en la actualidad y que permitirá detectar de forma más exhaustiva los distintos problemas existentes y las soluciones para solventarlos.
En cuanto a otras infraestructuras, en materia de depuración de aguas residuales, se plantea la ampliación de la EDAR existente en el núcleo principal y la creación de una Depuradora en cada núcleo de población, así como en varios sectores industriales. En materia de Abastecimiento de aguas se plantea la ampliación de la Estación de Tratamiento de Agua Potable del Consorcio de Aguas, haciéndose una reserva de suelo en el Plan para dicha ampliación, así como las infraestructuras propuestas por este Organismo.
En cuanto a los sistemas de espacios libres y equipamientos, destacan los espacios libres en torno al río Genil, actuación con la que se pretende la recuperación del río para uso y disfrute de la población. Esta actuación pretende reconvertir los espacios a ambas márgenes del río en grandes parques. Dentro de los mismos existirán zonas de paseo, zonas de ocio y deporte, y zonas estanciales. Dentro de estos espacios podemos distinguir tres zonas: parque entre el antiguo cauce del río Genil, que se configura como canal recreativo, y el nuevo cauce; parque en la otra margen del río, frente al Parque de San Pablo; y zona verde junto al río y la Autovía, para la creación de un bosque de ribera en el que se compatibilicen áreas de esparcimiento y actividades ligadas al río con otros usos que pueden resultar molestos en áreas cercanas a zonas residenciales.
Se crea también una gran zona verde junto con un gran sistema de equipamiento deportivo junto a los suelos urbanizables creados al otro lado del río en dirección a Córdoba. Se contempla asimismo, la ampliación del Parque del Barrero y la creación de una serie de espacios libres junto a la carretera de La Campiña, sobre terrenos que actualmente atraviesa el cauce del Arroyo de la Argamasilla.
Independientemente de todos estos sistemas generales, cada sector, en su desarrollo, volverá a ceder zonas verdes y de equipamiento. Con los 151.114 m2 actuales y los 350.480 m2 proyectados en el Plan se obtiene una superficie total de Sistemas Generales de Espacios Libres de 501.594 m2, lo que representa un estándar de 9,03 m2 por habitante, que duplica el mínimo establecido de metros cuadrados por habitante. La superficie de Sistemas Generales de Equipamientos se ve aumentada, por su parte, en 204.947m2.
La obtención de estos sistemas generales se hará a través de una novedosa fórmula, como es el sistema por compensación, que significa que las zonas donde irán situadas las zonas verdes y equipamientos no se obtendrán por expropiación, sino que a los propietarios de estos terrenos de equipamientos se les dará el mismo aprovechamiento urbanístico, pero en otro sector. De esta manera la ciudad se asegura la obtención de estos terrenos para zonas verdes y equipamientos y no habrá agravio comparativo entre los propietarios de suelos por haber situado en su suelo una zona de equipamiento.
En cuanto a los núcleos urbanos secundarios, Villanueva del Rey, Cerro Perea, Cañada de Rabadán e Isla Redonda-La Aceñuela, el Plan también prevé la creación de nuevos suelos tanto para uso residencial como industrial.