Lo que ahora son unos espacios de apenas unos centímetros con escalón por el que apenas se puede transitar con un carrito de bebé y mucho menos con una silla de ruedas, se transformará en una zona de acerado de 1,5 metros en un lado y una vía de servicios de unos 80 centímetros en el otro, sin barreras arquitectónicas, en unos meses.
Se trata del proyecto de reordenación de la calle El Rubio con cargo al Programa de Fomento del Empleo Agrario (PFEA) para el ejercicio 2021-2022, para el cual también se contempla el arreglo de la calle Santa Ángela de la Cruz.
La calle El Rubio se localiza entre el Colegio Miguel de Cervantes y el Estado Municipal “San Pablo”. Es una vía de acceso hacia la zona centro para residentes de La Alcarrachela. En sus inmediaciones hay dos centros educativos: el Miguel de Cervantes, y el Instituto de Enseñanza Secundaria “San Fulgencio”. A esto se le suma que también es una de las principales calles hacia el recinto ferial, donde cada jueves se instala el tradicional mercadillo de Écija, y donde se encuentra la Estación de Autobuses.
En este caso el estado de la calle no es el motivo principal para llevar a cabo los trabajos “no necesariamente tiene que estar mal una calle para acometerla dentro del PFEA, son otras cuestiones las que van a pesar de cara a este programa de inversiones municipales”, apuntaba el delegado de Gestión del Espacio Urbano, Sergio Gómez, quien también añadía que este será el primer tramo que se adecuará en esta zona, en la que está previsto también el arreglo de la calle José Herráinz Caraballo una vez finalicen las dos actuaciones residenciales que están proyectadas, y la avenida de Andalucía.
Según recoge el proyecto, la vía se llevará a plataforma única con pavimentación de asfaltado en la zona de rodadura y taco en el acerado, el cual aumentará considerablemente hasta alcanzar los 1,5 metros de ancho en el lado del estadio de fútbol, y de unos 80 centímetros junto al colegio, si bien esta franja no será considerada acerado –aunque se podrá transitar por ella-, porque acogerá la instalación de servicios y mobiliario urbano. De este modo no se sustituyen los aparcamientos.
En la actualidad la estrechez y los bordillos hacen poco practicable los acerados de esta calle “es habitual ver por aquí a todo el mundo andando por la calzada con el peligro que ello conlleva”, algo que se podrá cambiar una vez se ejecute la obra para la que se cuenta con un presupuesto de 170.000 euros y tres meses de duración que se tendrán que ejecutar entre el otoño de 2021 y la primavera-verano de 2022.