Este domingo tengo una cita ineludible en el Teatro Municipal, con mi querido compañero, Amigo y Hermano, Manuel Martín Martín; y lo tengo claro, entre su labiaque tanto tiene de compás, su sabiduría que tanto va por lojondoy esa ironía tan suya –y tan inteligente- por la que Vallecillo lo nombró “martillo de los herejes” (aunque algunos piensen que no es martillo sino una mala leche que se la pisa)…yo es que voy a disfrutar como un enano.
Manuel Martín es un hombre de mucha fe pero, también, de mucha verdad; y, para mí, que este domingo va a echar mano al Jesús de la Caridad y de los milagros, pero seguro que se va a entretener un buen rato con el Cristo de los zurriagazos; y lo confieso: yo con esas cosas disfruto.
Pero, ¡bueno!, eso será el domingo y yo quiero reparar hoy, en algo que me ha llamado poderosamente la atención y me ha gustado muchísimo.
Verán ustedes, en la Cuaresma Ecijana, entre el montón de actos y actividades que se celebran, aparte del Pregón Oficial del Consejo, hay tres pregones más, tres exaltaciones de nuestra Semana Santa, organizadas para la gente joven. La del Grupo Joven de la Hermandad de la Yedra, la del Grupo Joven de la Hermandad de San Gil y la del Colegio Nuestra Señora del Valle (los tres con solera de Puente)
Pues bien, los tres pregones juveniles han sido de quitarse el sombrero. Cada uno de ellos con su estilo propio, con su organización, con su parafernalia, con su enjundia. Pero me van a permitir que les confiese que estas letras me las ha inspirado el Pregón Juvenil del Colegio.
Ahora, cuando quieren arrebatar los crucifijos de las aulas de nuestros hijos y les prohíben emular a sus padres en las procesiones de nuestra Fe. Ahora que una caterva de descerebrados quiere silenciar un Mensaje de Amor y de Paz tan extraordinario y desterrar de nuestros centros educativos todo rastro de Cristo crucificado: el Hombre más honesto, con mayor dignidad, más entereza, mayor generosidad y Caridad de los que se tienen noticia en la Historia de los seres humanos. Ahora, digo, la AMPA del Colegio Nuestra Señora del Valle y sus profesores, hacen piña y celebran todos los años (¡y ya van ocho!)su Exaltación Juvenil de la Semana Santa Ecijana;… y, encima, después, celebran una Mesa Redonda sobre la Juventud en las Cofradías o la Caridad en las Hermandades y, para remate, invitan a los presentes a unos cafesitos calentitos con dulces y torrijas o una chocolate delicioso con la sopaipilla de nuestras abuelas.
Lo siento, pero me sale porque me sale: ¡Olé, olé y olé, por el Colegio Nuestra Señora del Valle!… ¡y el que no diga ole, al yunque de los herejes por si a Manuel Martín se le escapa un martillazo y revienta a algún cretino!