Mi padre era un hombre de Espíritu eminentemente Humanista que, además, siempre creyó en las raíces y en la familia. Estos fueron los pilares que me inculcó desde niño y a esos pilares procuro responder con la mayor coherencia de la que soy capaz. Quizá, por eso, muchas veces he proclamado en público que yo nací en Osuna por la gracia de Dios y porque Él lo quiso vine a enamorarme de las torres; y quizá por eso, también, siempre nombré a Osuna como mi Madretierray a Écija como mi Tierranovia.
El viernes tengo una cita con mis paisanos ursaonenses. Ya estuve antes en Osuna: primero lo hice participando en el Pregón de las Siete Palabras cuando fue pronunciado por exalumnos del Instituto “Rodríguez Marín”; poco tiempo después, en la Radio Local presenté mi primer poemario “La Andalucía quebrada”. En 1991 regresé para pronunciar el Pregón de sus Carnavales y, once años más tarde –en 2002-, el I Pregón organizado por el Círculo Taurino de Osuna, en el entonces recién renovado Coso del Lejío.
Intervenciones dispersas y muy variadas que, de alguna forma, me devolvieron –una y otra vez- a la esencia de mis raíces y al recuerdo entrañable de los seres más queridos y de muchos amigos de cuando fui niño.
Más, después de tantos años, de tantas letras escritas (de tantos sueños revelados, de tantas inquietudes manifestadas, de tantos versos derramados) en los que nunca dejé de sostenerme sobre los pilares que me enseñó mi padre, este viernes regreso a Osuna (de la que nunca me voy) con una síntesis de este Espíritu Humanista que, durante los últimos cinco años, dio sentido a la Palabra que escribí. Además, el acontecimiento lo vivo con una enorme alegría, porque lo hago respondiendo a la invitación de mi querido Amigo Juan Manuel Moreno Díaz que, junto a otros ursaonenses, de la talla de Paco Ledesma, Carlos Fernández, Benjamín Sánchez, José María Barrera, Juan Antonio Pérez,… y muchos más (todos ellos tan humanistas como él y tan ocupados y preocupados por el Patrimonio, las Ciencias y las Bellas Artes, la Historia y la defensa de estas raíces que a todos nos alimentan), han creado la ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS URSAONENSES que, oficialmente, se presentará en el mismo acto que mis humildes “Crónicas Humanistas” que, de esta forma, adquieren una dimensión que nunca pude sospechar.
Estoy seguro de que el viernes mi padre acudirá a esta cita en el Casino de Osuna, aunque el lugar que ocupe sea el mismo que ocuparé yo, porque dentro de mí él late siempre, sigue alimentando mis raíces y mantiene firme los pilares que construyó para mí y con los que me enseñó a ser Hombre.
Gracias Juan Manuel y gracias a la Asociación de Estudios Ursaonenses, porque el próximo viernes no sólo me ofreceréis el honor de presentar mi libro en Osuna sino que, de paso, me brindaréis la oportunidad de regresar a mi Madretierracon la emoción de cuando era niño y la Palabra que siempre surge desde mis raíces.